¿Existe el compromiso cuando se hace turismo? ¿Puede haber una actitud ética al viajar que nos haga discriminar países y hoteles? Aunque el presupuesto suele limitar nuestro radio de acción ético, hay turistas que viajan comprometidos. Y ese compromiso implica a qué país se trasladan, dónde se alojan y dónde gastan su dinero. Es el turismo responsable.
El Centro Español de Turismo Responsable (CETR) lo define como aquella actividad turística “que se lleva a cabo según los principios de justicia social y económica, con total respeto por el medio ambiente y las culturas locales».
¿Cómo se hace uso de un buen turismo responsable?
Antes del viaje
- Busca la mayor cantidad de información posible sobre el país que vas a visitar: historia, cultura, economía, naturaleza, religión, cocina… y hasta alguna expresión amable en el idioma local.
- Siempre que puedas, elige operadores turísticos, compañías aéreas y hoteles comprometidos con las comunidades de acogida y con el medio ambiente.
Durante el viaje – Mientras haces turismo
- Recuerda que las vacaciones también son una ocasión para conocer una cultura diferente. Intenta adaptarte a los usos y costumbres locales, sin imponer tus hábitos y estilos de vida.
- Aunque hayas pagado por tus vacaciones, respeta las normas del lugar: no te empeñes en obtener privilegios y tratos de excepción, y no adoptes comportamientos ofensivos o altaneros. Infórmate sobre la práctica local de dejar propinas y abstente de dar limosnas.
- Lleva ropa adecuada y no demasiado llamativa, sobre todo en los lugares de culto. No ostentes riquezas y lujos que contrasten con el nivel de vida local.
- Apoya las manifestaciones culturales y la artesanía local: te llevarás a casa recuerdos ‘de verdad’ y ayudarás a la población del país visitado. Infórmate sobre la práctica y los límites del regateo.
- El mundo es bonito porque hay variedad: establece relaciones correctas y cordiales con las poblaciones locales, sin prejuicios ni estereotipos previos.
- Usa los servicios gestionados por la población local, en particular los transportes y las estructuras de acogida. Así conocerás mejor el país y la gente que lo habita, y favorecerás la economía local.
- En el camino, deja sólo tus huellas y no otras marcas de tu paso: no a los desperdicios y los grafitis. No te lleves souvenirs de los espacios naturales y arqueológicos. No compres productos hechos con plantas o animales en peligro de extinción (por ejemplo marfil, pieles, conchas…).
- En los espacios naturales, y sobre todo en las áreas protegidas, intenta siempre seguir los senderos: no molestes a las plantas, ni a los animales, ni dañes los ambientes en los que viven. Visita las áreas protegidas en grupos pequeños, y acompañado por un guía experto, mejor si es local.
- Cierra el grifo, apaga el aire acondicionado y las luces cuando salgas del alojamiento. Así ayudas a no desperdiciar agua y energía, recursos valiosísimos para todo el planeta.
- Las personas no son parte del paisaje. Pídeles permiso antes de hacerles fotos.
- Diviértete probando la gastronomía local. ¡Para la comida de tu país o la internacional tienes tiempo todo el año!
Después del viaje
- Cuando vuelvas a casa reflexiona sobre lo que has visto y conocido. Si has adquirido compromisos con la gente local (mandar postales, fotos u otros pequeños favores), intenta mantenerlos.
- Si has sido testigo de situaciones graves e intolerables, hazlo saber a tu agente de viajes o touroperador, o a cualquiera de los miembros de la Alianza Europea para el Turismo Responsable y la Hospitalidad (Earth) en España.
Fuente: 20minutos,
Artículo de referencia: https://www.20minutos.es/noticia/3762130/0/turismo-responsable-instrucciones/,