¿Cómo se hace para que funcione la economía circular en las empresas?
Utilizar eficazmente los recursos debe ser la prioridad en una Europa que busca generar crecimiento y empleo sostenible. En este contexto, las empresas tienen mucho que decir, explorando nuevos modelos de negocio basados en el principio de cerrar el ciclo de vida de productos y servicios. Así obtendremos el círculo que necesitamos para no despilfarrar recursos y dañar irremediablemente al Planeta.
Las proyecciones de la ONU dicen que la población mundial superará ampliamente los 8.000 millones de habitantes en 2030. Con estas previsiones con respecto a la población, queda patente que no es posible mantener nuestro actual estilo de vida.
Además, las personas de los países con menos recursos también quieren y tienen el derecho de mejorar sus expectativas de vida, lo que hace que el conjunto de necesidades sea del todo insostenible para el Planeta.
Ya sea con un nombre o con otro, la economía circular es un modelo del que se habla desde los años setenta y del que se está volviendo a hablar recientemente. El planteamiento es conceptualmente sencillo: desterrar el concepto de residuo.
Esto se consigue trabajando en el ciclo de vida de productos y servicios, de manera que los materiales empleados puedan incorporarse a la Biosfera o a la Tecnosfera cuando se prescinda de ellos, y alargando su vida útil evitando la dañina obsolescencia programada.
Uno de los requisitos de la economía circular es instaurar el diseño sostenible sin residuos: que los componentes naturales y artificiales de los productos estén pensados de manera que se integren de vuelta al ciclo a través del reciclaje o el compostaje.