El conjunto de viviendas bioclimáticas, de la Arquitecta Beatriz Inglés, en su primera fase, ha sido elegido por la Revista Red Life de Andalucía como una de las diez mejores ideas para salvar la biodiversidad. Este galardón distingue a aquellos proyectos e instituciones que contribuyen a la conservación de la naturaleza, protección del medio ambiente y conservación de la biodiversidad andaluza.
Este proyecto de 25 viviendas bioclimáticas y ecológicas en Jun, Granada, expuesto recientemente por la arquitecta Beatriz Inglés en el Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba y Granada, cuenta con una cubierta ecológica aljibe intemper que actúa como aislamiento térmico y acumulador de calor así como placas solares térmicas, calefacción por el suelo radiante y aprovechamiento de aguas grises con depuradora y reutilización para riego de zonas comunes.
El sistema intemper de cubierta elegido en el proyecto arquitectónico consiste en un sistema de cubierta invertida, transitable provista de losa Filtrón y con depósito de aguas pluviales y plantas.
El sistema intemper TF ecológico aljibe (con patente de invención Nº 9800785), como se puede ver en el dibujo en 3D, está formado por los siguientes elementos: soportes base sin pendientes regularizado, capa auxiliar antipunzonante, lámina impermeabilizante, soportes regulables en altura, fieltro absorbente, losa Filtrón aislante y drenante, sustrato y plantas seleccionadas en función de la situación geográfica del edificio y los condicionantes de integración arquitectónica y paisajística.
Este sistema intemper, cumple con todas las exigencias básicas que exige el nuevo Código Técnico de la Edificación y en concreto aquellas referidas a: la resistencia, estabilidad y aptitud al servicio; seguridad en caso de incendio para evitar la propagación del fuego; seguridad de utilización permitiendo el acceso para la realización de los trabajos de mantenimiento y reparación; salubridad ya que limita el riesgo de presencia inadecuada de agua o humedad en los cerramientos de los edificios; ahorro de energía contribuyendo con ello a alcanzar un bienestar térmico; y en último lugar la protección contra el ruido, con el fin de evitar las molestias o enfermedades que los ruidos puedan ocasionar a los usuarios de los edificios.