El acto de presentación, que tuvo lugar el pasado miércoles en Madrid, ha comenzado con las intervenciones de Ángel Pes, presidente de la Red Española del Pacto Mundial, e Ignacio Trueba, representante especial de la FAO en España.
En palabras de Ángel Pes, “no existe una idea mejor para el mundo que apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La guía que presentamos, en la que han participado tantas entidades, pone de manifiesto la importancia de las alianzas sectoriales”. Por su parte, Ignacio Trueba, ha destacado que “es urgente cambiar el actual sistema de producción. Lo que tenemos ya no sirve y las alianzas son fundamentales, al igual que el papel de las empresas, incluyendo al sector privado”.
Posteriormente se han celebrado dos mesas de diálogo: una sobre los eslabones del sector agroalimentario (Producción, Industria, Distribución, Consumidor); y otra sobre los retos y oportunidades del sector agroalimentario. En ambas han participado varias empresas que han colaborado en la elaboración de la Guía explicando sus buenas prácticas.
Como afirma la Red Española del Pacto Mundial, el reto hoy está en que el sector privado integre de forma transversal sus propuestas en los procesos que desarrollan. Para ello, el informe apunta hacia tres vías: la incorporación de modelos de negocio sostenibles y circulares, la innovación en productos y servicios y el desarrollo de alianzas con otras empresas del sector, sociedad civil, instituciones públicas y comunidad científica y académica para desarrollar soluciones disruptivas. Todo ello, con la intención de consolidar una industria ligada al desarrollo sostenible a través de la contribución a los ODS.
El poder de la agroalimentación
La agroalimentación representa una de las actividades económicas con mayor impacto a nivel internacional, puesto que da respuesta a una necesidad básica del ser humano: el acceso a la alimentación.
Cristina Sánchez, directora de Innovación y Proyectos de la Red Española del Pacto, ha señalado que el consumo de estos bienes “representa cerca del 39% del gasto total a nivel global”, y sólo en la Unión Europea la cadena de suministro “emplea a cerca de 44 millones de personas”. Concretamente en España, “este sector aporta a la economía más del 11% del PIB, aunque cabe destacar que está asociado transversalmente a varios sectores y ODS”, además de al número 2 (Hambre cero) y al 12 (Consumo y Producción responsables).
La trascendencia de esta industria va más allá de la economía: tiene implicaciones sobre el bienestar y la salud de los consumidores, las condiciones laborales de sus profesionales y el empleo de los recursos naturales del planeta. Por tanto, se trata de un mercado con un gran potencial de transformación desde la “triple perspectiva de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental”.