España es el séptimo país de Europa que más comida desperdicia, según fuentes de la Comisión Europea. Casi ocho millones de toneladas de alimentos van a parar al cubo de la basura cada año. Una cifra que aumenta durante las Navidades, unas fiestas marcadas por las reuniones sociales y familiares y los excesos en la mesa. ¿Cómo podemos evitarlo? Elegir un menú sostenible es compatible con estas celebraciones.
La Navidad es la época en la que más se consume de todo el año. Adquirimos regalos de todo tipo, ropa, zapatos, colonias… pero, sobre todo, compramos comida, protagonista indiscutible de las fiestas. La agenda se llena de reuniones familiares, con amigos, de trabajo…, que giran en torno a la gastronomía.
Estos días se consumen (y desechan) especialmente productos que tienen un coste ambiental elevado, como son la carne y el pescado.
De hecho, la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP) prevé que un 25% de la comida se tirará a la basura durante estas fiestas.
Un dato preocupante en un país que genera más de 170 millones de toneladas de CO2 para producir alimentos que finalmente no se consumen, según el Ministerio de Agricultura.
No obstante, la Navidad no está reñida con la sostenibilidad. Disfrutar de estas fiestas con pequeños actos que ayuden a reducir la huella ecológica no supone un gran esfuerzo y sí un gran paso en el cuidado del planeta.
Platos con bajo coste ambiental
A pesar de que la carne y el pescado son los protagonistas de las navidades, existen opciones más sostenibles. Por un lado, la carne contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, además de fomentar la contaminación de suelos y ríos. Por otro, la sobrepesca amenaza los ecosistemas marinos.
Si queremos realizar un menú navideño tradicional, siempre podemos evitar aquellas especies más amenazadas, como el atún rojo o el rodaballo salvaje.
Además, a la hora de comprar, la organización WWF hace especial hincapié en la importancia de conocer la procedencia del pescado y el tipo de pesca utilizado, para decantarse por el de menor impacto en el medio ambiente, como es la pesca cercana a la costa y evitar la de arrastre, que barre los fondos del mar.
Comercios locales con los mejores artículos de temporada
A pesar de la comodidad que ofrecen los grandes supermercados, donde se encuentran todos los productos necesarios en el mismo recinto, lo cierto es que la mayoría de sus artículos poseen un envoltorio plástico exagerado que tarda más de un siglo en descomponerse.
Una compra sostenible se caracteriza por adquirir alimentos de cercanía, también llamados de “kilómetro cero”, cuya materia primera procede de un radio inferior a 100 kilómetros de distancia respecto al consumidor.
Debido a que no han de ser transportados durante grandes distancias, carecen de ingredientes conservadores, lo que los convierte en una opción más saludable que aquéllos que los necesitan para llegar en buen estado al consumidor final.
Además, evitar los artículos que provienen de diferentes partes del mundo reduce el uso de combustibles fósiles, responsables de la contaminación atmosférica y el efecto invernadero. Así, decantarse por productos de temporada también supone una gran ayuda al planeta.
Sin embargo, si el menú navideño implica adquirir algún producto importado, existe la posibilidad de hacerlo en el comercio justo, que oferta alimentos de calidad producidos bajo exigentes criterios medioambientales y socioeconómicos.
Ningún artículo desechable en la mesa
No se puede negar la comodidad de usar vajilla, cubertería y mantelería de plástico, sobre todo cuando se atiende a muchos comensales. No obstante, estos productos están considerados de los más contaminantes, hasta el punto de que la Comisión Europea ha prohibido su uso a partir del año 2021.
A pesar del esfuerzo que supone lavar los platos, vasos y cubiertos, es una opción mucho más sostenible incluso considerando el gasto de agua que ello implica, pues siempre será menor que la necesaria para producir dichos objetos plásticos.
Y para poner la guinda de la sostenibilidad a nuestro menú navideño, en el caso de que sobre comida, como es costumbre, siempre podemos repartir entre nuestros invitados algunas de las viandas que no hemos conseguido terminar. Una medida sostenible, además de deliciosa ya que, ¿a quién no le apetece repetir los manjares de las fiestas navideñas?.
Fuente: Andrea Velasco / EL MUNDO – Planeta Inteligente,
Artículo de referencia: http://www.planetainteligente.elmundo.es/planeta-en-accion/como-elegir-un-menu-sostenible-estas-navidades,