Suelos
Según la FAO, el 33% de los suelos del planeta está de moderada a altamente degradado debido a la erosión, el agotamiento de nutrientes, la acidificación, la salinización, la compactación y el sellado, o la contaminación química. En Europa la batalla por una directiva marco del suelo, una norma para solucionar todos estos problemas, viene de lejos, pero la propuesta legislativa fue retirada en mayo del 2014 después de una larga oposición de ocho años por una minoría de bloqueo de Estados Miembros, a pesar de la evidente falta de políticas europeas y regulaciones nacionales para garantizar una adecuada protección de los suelos. Después del fracaso de las instituciones europeas, esta iniciativa ciudadana pretende tomar los mandos del proceso que conduzca a una nueva propuesta.
Un primer resultado ha sido ya alcanzado por los promotores de People4Soil, este es el asombroso número de organizaciones que apoyan la iniciativa: actualmente 350 organizaciones Ventana nueva establecidas en 25 Estados miembros de la Unión Europea (UE), entre las que se encuentra Ecologistas en Acción, están involucradas en la red y comprometidas con la campaña; 40 de estas organizaciones y entidades promueven la campaña en el Estado español bajo el nombre "Sin suelos, no hay vida". Esta es una clara evidencia de la existencia de una conciencia de las amenazas del suelo entre los científicos, agricultores, consumidores, ecologistas y planificadores urbanos. La contaminación, ocupación y pérdida de suelo están afectando la disponibilidad y productividad de este recurso y su potencial como sumidero de carbono.
La ocupación del suelo en Europa es la mayor amenaza a los suelos fértiles. Cada año 1000 km cuadrados son sellados con hormigón y superficies de asfalto: el equivalente a aproximadamente 500 campos de fútbol cada día. El retraso de las instituciones de la UE en emitir regulaciones para la protección del suelo está en clara contradicción con la relevancia que la que la Comisión Europea, desde sus inicios, dice conceder a la soberanía y seguridad alimentaria. Hoy, millones de hectáreas fuera de Europa están intensamente explotadas para suministrar alimento y pienso al mercado europeo, a menudo con graves impactos para los agricultores. Hoy, la actividad agrícola, ganadera, forestal ya está en riesgo por el mal estado en el que se encuentran suelos en gran parte de Europa.
El suelo es además esencial para la biodiversidad. Además de aportar un hábitat para la vida subterránea, es esencial para la supervivencia de la mayoría de las especies terrestres. Hoy, los cambios de uso del suelo y la agricultura intensiva son las principales amenazas a los hábitats y especies europeas y se estima que cerca de un tercio del paisaje europeo está altamente fragmentado por edificios e infraestructuras. Igualmente, la contaminación del suelo puede afectar profundamente la salud humana, al contaminar los alimentos que comemos y el agua que bebemos. En toda Europa existen casi 250,000 emplazamientos que están contaminados y, a pesar de ello, la UE no tiene ni un programa de remediación coherente ni un sistema común para prevenir esto.
El suelo es además un elemento clave del sistema climático, ya que tiene el potencial de capturar enormes cantidades de carbono: los suelos europeos contienen una cantidad de carbono equivalente al CO2 emitido por los sectores de transporte, calefacción, industria y energía en Europa durante un período superior a 40 años. Unos suelos saludables juegan un papel esencial en la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático, como las inundaciones, las olas de calor y sequías.
Una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) es un mecanismo contemplado en la legislación europea que permite hacer una solicitud formal a la Comisión Europea para proponer una legislación concreta. La iniciativa ciudadana tiene que ser respaldada por al menos un millón de ciudadanos adultos de la UE, los cuales puede firmar la petición a través de la página web https://www.ecologistasenaccion.org…Ventana nueva. La petición tiene una duración de 12 meses, desde el 12 de septiembre del 2016 al 11 de septiembre del 2017. Por todo esto, más de 40 organizaciones estatales y 350 europeas sumamos fuerzas para que dicha Iniciativa Ciudadana salga adelante y los políticos y legisladores den luz verde a la elaboración de una norma para proteger nuestro amenazados suelos.