La sostenibilidad ha ganado protagonismo en el mercado inmobiliario español, posicionándose como un factor clave para una parte significativa de los compradores y arrendatarios. Según el informe “La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España”, que podrás leer pinchando aquí al completo, y elaborado por Fotocasa y Solvia, el 52,3% de los compradores está dispuesto a pagar más por viviendas sostenibles, una cifra que desciende ligeramente al 39,5% entre quienes buscan alquilar. A pesar de las diferencias, la tendencia refleja un interés consolidado por opciones residenciales más responsables desde el punto de vista ambiental.
Sostenibilidad: una inversión económica con beneficios ambientales
Aunque la sostenibilidad suele asociarse a un compromiso ambiental, el informe destaca que las motivaciones económicas tienen un peso mayor en la toma de decisiones. El 61% de los compradores y el 59% de los arrendatarios que optan por una vivienda sostenible lo hacen principalmente porque consideran que “es una buena inversión de futuro” y les permitirá “reducir las facturas”. Este enfoque práctico pone de manifiesto que las ventajas económicas, como el ahorro energético, son percibidas como un aliciente tan relevante como las preocupaciones ecológicas.
Sin embargo, no hay que subestimar el impacto de la conciencia ambiental en estas decisiones. El 42% de los compradores y el 43% de los arrendatarios que eligen opciones sostenibles lo hacen también porque quieren contribuir activamente al cuidado del medioambiente. Este dato subraya que, aunque las consideraciones económicas son dominantes, las convicciones ambientales están cada vez más presentes en la percepción del valor de una vivienda sostenible.
Barreras económicas y desconocimiento
A pesar del interés, el precio sigue siendo una barrera importante. Más de la mitad de los compradores (54%) y el 62% de los arrendatarios consideran que los inmuebles sostenibles tienen precios demasiado elevados. Además, la falta de información sigue siendo un obstáculo: un 23% de los compradores y un 21% de los arrendatarios no entienden el concepto de vivienda sostenible, lo que dificulta una adopción más amplia.
Incentivos fiscales como motor del cambio
La clave para impulsar el mercado de vivienda sostenible podría estar en las políticas públicas. El informe revela que el 41,2% de los ciudadanos considera que la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sería el incentivo más efectivo para fomentar la adquisición de este tipo de inmuebles. Otras medidas populares incluyen las subvenciones directas para la compra o alquiler (40,5%) y las deducciones fiscales en la declaración de la renta. Estas acciones no solo harían más accesibles las viviendas sostenibles, sino que también ayudarían a sensibilizar a la población sobre sus beneficios.
La sostenibilidad, un criterio consolidado
“La sostenibilidad ya no es solo una tendencia, sino una realidad consolidada en las decisiones de los consumidores”, afirma María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. Este cambio refleja no solo una mayor conciencia ambiental, sino también un reconocimiento de los beneficios económicos y sociales que aportan los inmuebles sostenibles. Además, el sector inmobiliario está respondiendo con propuestas que reducen el impacto medioambiental y promueven la creación de espacios habitables más respetuosos y eficientes.
En definitiva, la sostenibilidad en la vivienda se está afianzando como un criterio relevante para los españoles. Aunque queda camino por recorrer para superar barreras económicas y educativas, la combinación de incentivos públicos y la creciente percepción de las ventajas económicas y ambientales podría acelerar la transición hacia un parque inmobiliario más verde y responsable.