INDICES DE CALIDAD DEL AIRE REFERIDO A PARTICULAS (ICAP)
Según la norma de calidad primaria para material particulado respirable MP10, en Chile los rangos son los siguientes:
Bueno: 0 − 99
Regular: 100 − 199
Alerta: 200 − 299
Preemergencia : 300 − 499
Emergencia: 500 − Superior
ALERTA AMBIENTAL
Cuando el Icap se ubica entre los niveles 200 y 299 se decreta alerta ambiental, que en el caso de la Región Metropolitana implica una serie de medidas, entre ellas, la prohibición de encender todo tipo de calefactores a leña y de otros derivados de la madera, estén o no provistos de sistema de doble cámara de combustión.
Junto a esto, las autoridades recomiendan no realizar deporte al aire libre y establecen restricción vehicular para vehículos sin sello verde.
PREEMERGENCIA AMBIENTAL
Cuando los niveles de contaminación se ubican en el rango de 300 a 499 se decreta premergencia ambiental. Cuando esto ocurre se establece restricción vehicular para vehículos catalíticos. También se aplica un aumento de la restricción para los vehículos sin sello verde, que de cuatro dígitos habituales pasa a seis.
En Santiago, la medida rige desde las 07.30 y hasta las 21.00 horas. En estas jornadas está prohibido el uso de todo tipo de chimeneas y calefacción a leña, incluyendo las de doble cámara. También se establece la paralización de funciones de alrededor de 763 fuentes fijas industriales.
La cuenca de Santiago vive una nueva jornada de índices críticos en la calidad del aire y debido a eso, la Intendencia Metropolitana decretó para hoy la decimosexta alerta ambiental en lo que va del año.
Según la Ley de bases generales del medio ambiente, es deber del Estado dictar normas para regular la presencia de contaminantes en el medio ambiente, con el fin de prevenir riesgos para las personas. Debido a esto, en Chile se miden los niveles de material particulado y los más importantes para identificar eventos asociados a situaciones de emergencia ambiental son el MP10 y el MP2,5.
En este contexto, las principales fuentes del MP2,5 son los automóviles, buses, camiones, plantas termoeléctricas, calderas, procesos industriales, hornos, fundiciones, procesos metalúrgicos, combustión de biomasa, entre ellas la emitidas por chimeneas a leña, las quemas agrícolas y emisiones de amonio de operaciones agrícolas.
EFECTOS SECUNDARIOS EN LA SALUD
Según el análisis general del impacto de la norma de calidad del aire elaborada por la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) −predecesor del actual Ministerio del Medio Ambiente− en 2010, la injerencia que el MP2,5 tiene en la vida de las personas puede provocar mortalidad, hospitalización de pacientes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedad cardiovascular.
Los altos índices de este material en suspensión también pueden incrementar la incidencia de infecciones y cáncer respiratorio, inflamación pulmonar y sistémica, exacerbación de los síntomas del asma, aumento de riesgos de infartos al miocardio, disfunciones endoteliales y vasculares, además del desarrollo de ateroesclerosis.
Junto a esto, el material particulado fino puede hacer que una persona presente efectos secundarios en la visión −debido a las propiedades de absorción y refracción a la luz que tiene−, situación que también puede ocurrir en la vegetación y otros materiales.
Estas alarmantes consecuencias hicieron que en la década de los 90´s en distintos puntos de Chile se comenzaran a desplegar estaciones para monitorear la calidad del aire. En la actualidad sus equipos son clave, pues determinan los índices de nivel particulado que hay en el ambiente, lo cual permite a la población conocer los niveles de esmog presentes en sus lugares de residencia, con lo cual, las autoridades locales pueden tomar las medidas necesarias para proteger la salud de todos.
¿COMO FUNCIONAN LAS ESTACIONES DE MONITOREO?
Según el sitio del Servicio de Información Nacional de Calidad del Aire (Sinca), a lo largo del país hay 207 estaciones de monitoreo , que analizan las condiciones diarias de ventilación.
El esquema general de funcionamiento de los monitores que miden la calidad del aire, funcionan de forma similar en todo el país . Estas estaciones trabajan mediante una unidad colectora (cabezal), que es capaz de separar el tamaño de las partículas en 10 y 2,5 micrones. La muestra se toma del aire ambiente a través del cabezal, con una velocidad de flujo constante del orden de 16.7 litros por minutos, lo que representa el volumen promedio de aire respirado por el ser humano.
Una vez que las partículas están separadas, son dirigidas al analizador que cuantifica la concentración de material particulado y lo expresa en unidades de masa por volumen. Las metodologías de cuantificación utilizadas en las redes a nivel nacional, corresponden a metodologías estándar de dos tipos: atenuación beta (método óptico) y gravimetría , que se hace a través de una micro balanza Teom (Tapered Element Oscillating Microbalance, por sus siglas en inglés), que se encarga de cuantificar la variación de masa de partículas en el tiempo.
REDES DE MONITOREO DE CHILE
Estaciones de monitoreo públicas
Desde el 1 de enero de 2012, el Ministerio del Medio Ambiente está a cargo de la administración de todas las redes públicas que existían en el país, las que antes de esa fecha pertenecían al Ministerio de Salud (Red SIVICA), que abarca desde la región de Coquimbo a Aysén, sin contar la Región Metropolitana) y a la Seremi de Salud de la Región Metropolitana (Red MACAM III).
Estaciones de monitoreo privadas
Son aquellas que han sido instaladas para seguimiento y control de las emisiones contaminantes de proyectos privados. La mayoría de ellas está por exigencias de las resoluciones de calificación ambiental (RCA) que aprueban los proyectos ingresados al sistema de evaluación de impacto ambiental (SEIA). Por ejemplo, las redes de Cemento Melón, Central Renca, Petrox, San Isidro−Nehuenco, entre otras.