¿Cuáles son las mega ciudades más contaminadas del planeta?
Las emisiones de las fábricas y de los coches, el humo de las calefacciones, el polvo y el polen en suspensión… todo ello contribuye a enrarecer el aire de las ciudades. Este tipo de contaminación puede ocasionar distintos problemas de salud, especialmente respiratorios y cardiovasculares. Para conocer hasta qué punto está viciado, se analizan distintos gases. Los más importantes en este sentido son el amoniaco, el ácido fórmico, el metanol y el ozono. Ahora, un equipo de investigadores coordinado por Karen Cady-Pereira, un experta en Ciencias de la Tierra de la firma Atmospheric and Environmental Research, en Massachusetts, ha utilizado los datos aportados por el satélite Aura de la Nasa para examinar el aire de 18 megaciudades, esto es, las áreas urbanas de más de 10 millones de habitantes.
Según recoge en un informe la revista Science, la sonda, que lleva casi 13 años estudiando la atmósfera terrestre, sobrevuela cada 16 días más o menos a la misma hora cada una de esas metrópolis. Así, Cady-Pereira y sus colaboradores han podido determinar que las peores concentraciones de ozono se dan en Karachi, en Pakistán. De las 300 mediciones realizadas a lo largo de un año, casi la tercera parte sobrepasó los límites considerados peligrosos, lo que puede dar origen a una especie de neblina contaminante conocida como esmog.
En el caso del amoniaco, un compuesto que se usa en fertilizantes y que contribuye a la formación de partículas especialmente dañinas para los pulmones, la megaurbe más afectada es Delhi, en la India, donde se superaron las líneas rojas el 73,5% de las veces. Le siguen Daca, en Bangladés (51,6%) y Calcuta, también en la India (47,1%). No obstante, en otras partes del mundo, como en Buenos Aires, también se dan picos inusuales, quizá como consecuencia de la intensa actividad ganadera.
Los científicos, que esperan publicar sus resultados en la revista Atmospheric Chemistry and Physics, han observado, además, que la quema de desperdicios y biomasa y el uso del fuego para despejar zonas y adecuarlas para plantar cultivos ocasiona un notable aumento de compuestos perniciosos en Lagos (Nigeria) y en Ciudad de México. En esta misma megaciudad, la calidad del aire desciende bruscamente entre marzo y junio.
Cady-Pereira y sus colegas explican que en este fenómeno hay que tener en cuenta, además, otros factores, como la posición que ocupa la urbe respecto al ecuador o los vientos, por ejemplo.