Bogotá es la sexta ciudad con más partículas presentes en el aire (PM10) de América Latina. Precisamente, uno de los principales retos del Plan Decenal de Descontaminación del Aire de la capital, para el período 2010-2020, es reducir la emisión de partículas hacia los estándares aceptados por la norma colombiana, que es de 50 microgramos por metro cúbico anual (µg/m3).

Sin embargo, la actual metodología podría estar subestimando el impacto real del fenómeno, debido a que se toma a Bogotá como un todo y no se discrimina por zonas para establecer cuáles son las más vulnerables.

Para resolver este problema, Edison Yesid Ortiz, ingeniero químico de la Universidad Nacional de Colombia, modificó las mediciones que se aplican en Bogotá, retomando el trabajo previo realizado por el ingeniero Juan José Castillo de la Universidad de los Andes, que sirvió como base para establecer el citado Plan Decenal.

Según la investigación, el objetivo era determinar cómo se favorecerían cada uno de los sectores del Distrito Capital si se disminuye la contaminación atmosférica. Para ello, analizó tanto las Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) –subdivisión urbana que reúne varios barrios en Bogotá– como las localidades.

Para Ortiz, en la mayor parte de la ciudad los niveles están por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estableció que la contaminación del aire es un agente carcinogénico para los humanos.
Por ejemplo, en el 2010 se registraron 223.000 muertes por cáncer de pulmón en el mundo a causa de la contaminación ambiental.

Es así como, las estimaciones realizadas para el Plan Decenal concluyeron que si se cumpliera con la norma de mantener las emisiones de PM10 en 50 µg/m3, en una década se reducirían unas 13.000 muertes en mayores de 30 años.
No obstante, la metodología aplicada por Ortiz, que se enfocó en estudios zonales, demostró que podrían evitarse 21.000 muertes en este mismo rango de edad. Así, en términos económicos, se obtendrían beneficios aproximadamente de 180 mil millones de pesos en los costos de enfermedad y más de 21,5 billones de pesos en mortalidad. Esto es cinco billones de pesos más que lo estimado por el Plan Decenal (alrededor de 16 billones).

Adicionalmente, se reducirían 12.000 hospitalizaciones por causas respiratorias en menores de 5 años, 900 muertes en menores de un año, 3.800 atenciones en salas de urgencias, 34.000 pacientes con Enfermedad Respiratoria Aguda (ERA) y 2.500 visitas a las unidades de cuidados intensivos.

Monitoreo del estudio

Para establecer los beneficios de la descontaminación por cada UPZ y cada localidad, el investigador analizó, desde el 2010 y cada hora, once estaciones de la red de monitoreo de calidad de aire de Bogotá. Así calculó la concentración de partículas de PM10 a nivel del suelo (niveles de inmisión) y trazó una línea temporal para la comparación.

De otra forma, el cálculo consiste en hacer una proyección hasta el 2020, en la que los niveles de PM10 decrezcan, año tras año, y se ajusten a la norma de 50 µg/m3 promedio anual. A su vez, Ortiz explica que para caracterizar la población afectada empleó la distribución de población de la ciudad por UPZ y por género, de 2005 a 2015, disponible en la base de datos de la Secretaría Distrital de Planeación.

Finalmente, Ortiz resaltó que “para afinar los resultados hace falta mejorar la calidad de los datos que aportan los entes oficiales, por ejemplo, un censo actualizado, seccionar más la información y elaborar modelos de calidad de aire que representen mejor la distribución espacial de la contaminación en la ciudad”.



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