Aún recordamos la noticia donde la NASA registró una enorme caída contaminación en China tras el coronavirus. Hoy, miramos a Europa, que sigue con la misma tendencia y que si duda será un hito para la historia.
Las medidas de lucha contra el coronavirus (COVID-19) han permitido reducir aproximadamente un 40% el nivel medio de contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) y un 10% el nivel medio de contaminación por material particulado en los últimos 30 días, lo que ha permitido evitar 11.000 muertes por contaminación atmosférica (intervalo de confianza del 95%: 7.000 – 21.000).
Este efecto se produce cuando la generación de energía a partir de carbón ha disminuido en un 37% y el consumo de petróleo en un tercio estimado. La quema de carbón y petróleo son las principales fuentes de contaminación por NO2 y las principales fuentes de contaminación por partículas en toda Europa.
Los hallazgos se basan en un nuevo informe emitido por el centro CREA (Centro de Investigación de la Energía y el Aire Limpio) sobre la calidad del aire y los impactos en la salud ante la reducción del consumo de combustibles fósiles durante la epidemia del coronavirus.
Otros impactos sobre la salud que se han evitado – según el documento – son 1,3 millones menos de días de ausencia laboral, 6.000 nuevos casos menos de asma en niños, 1.900 visitas evitadas a la sala de emergencias debido a ataques de asma y 600 nacimientos prematuros menos. La mayoría de estos impactos en la salud están vinculados a la exposición crónica a la contaminación del aire y se harán realidad en los próximos meses.
Contaminación
El análisis de los efectos sobre la salud también pone de relieve, independientemente de la mejora de la calidad del aire, que la contaminación atmosférica está contribuyendo a aumentar la carga del sistema sanitario ante la epidemia: con la contaminación atmosférica hay más personas que sufren de condiciones preexistentes que las hacen más vulnerables a la enfermedad, y más personas que requieren tratamiento para todo, desde el asma hasta los accidentes cerebrovasculares y la diabetes, mientras el sistema está sobrecargado.
Al mismo tiempo, las medidas para combatir la epidemia de COVID-19 han dado lugar a reducciones drásticas sin precedentes de la quema de carbón y petróleo. Esta reducción de la contaminación ha ayudado a aliviar la presión sobre el sistema sanitario durante esta crisis.
Además, el análisis pone de relieve los enormes beneficios para la salud pública y la calidad de vida que podrían lograrse mediante una rápida reducción de los combustibles fósiles de manera coherente y sostenible.
Los países con mayores reducciones en los niveles de contaminación de NO2 son Portugal, España, Noruega, Croacia, Francia, Italia y Finlandia. Las mayores reducciones en la contaminación por partículas beneficiando a la población se dieron en Portugal, Grecia, Noruega, Suecia, Polonia, Finlandia y España.
Las centrales eléctricas de carbón en el Reino Unido no han generado energía durante más de dos semanas, y Portugal ha estado sin carbón durante más de un mes; Austria y Suecia cerraron recientemente sus últimas centrales eléctricas de carbón.
Fuente: OVACEN,
Artículo de referencia: https://ovacen.com/bajada-de-contaminacion-atmosferica/,