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Las emisiones de CO2 alcanzarán un nuevo récord global en dos años si no se produce una auténtica «recuperación verde» con mayores inversiones en renovables. Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), ha lanzado la voz de alarma ante los preocupantes datos de la repunte de la actividad económica tras los confinamientos.

Pese a la caída de las emisiones de un 5,8% en el 2020 por el impacto del covid, la previsión es una de una recuperación del 4,8% este año y una vuelta paulatina a los niveles prepandemia del 2018, cuando quedó fijado un récord global de emisiones de 37,1 gigatoneladas.

«De los 16 billones de dólares (13,5 billones de euros) en los programas del recuperación del covid, tan sólo un 2% va destinado a inversiones en energías limpias», ha advertido Fatih Birol. «Esto no es ni mucho menos suficiente y lo que veremos será un récord en el 2023. Es muy preocupante».

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Emisiones

La alerta de la IEA ha coincidido con un informe de BloombergNEF que revela cómo los países miembros el G20 (responsables de hasta tres cuartas partes de las emisiones globales) han destinado 2,8 billones de euros en subsidios a industrias de combustibles fósiles desde el 2015, el año en que se firmó el Acuerdo de París.

Pese al compromiso global de acciones para evitar un calentamiento global de las temperaturas por encima de 1,5 grados, lo cierto es que países como Australia o Canadá han aumentado los subsidios al carbón, al petróleo y al gas un 48% y un 40% respectivamente. En Estados Unidos ha subido incluso un 36,7%, en contraste con el Reino Unido, donde han disminuido un 18%.

En conjunto, las mayores ayudas al carbón, el petróleo y el gas se producen en países como China, Rusia, India y Arabia Saudita. El informe de la IEA recalca precisamente cómo son los países emergentes (con mención especial a Indonesia y a Latinoamérica) donde la transición energética no se está produciendo al ritmo que debería.

Fatih Birol ha recalcado que los países ricos deben cumplir sus promesas de contribuir con 100.000 millones de dólares al año (84.000 millones de euros) a inversiones para reducir las emisiones y mitigar el impacto del cambio climático en el los países emergentes.

«No es que falte capital, es que el capital no llega a los proyectos necesarios en los países emergentes», recalcó Birol, que vaticinó cómo este será el tema más caliente en la cumbre del clima COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre. «Los 100.000 millones de dólares han de ser el punto de partida, y no el techo», recalcó el director ejecutivo de la IEA.

Señales insuficientes

«Estamos viendo buenas señales, como la caída de las inversiones en carbón, pero no es suficiente», advirtió Birol. «Lo que tenemos que ver es una movilización el capital hacia las energías limpias. Lo necesitamos en la COP26, no hay alternativa».

La IEA ha reclamado una revisión de los fondos de ayudas por el covid en los países del G20 para encauzarlos hacia un auténtica «recuperación verde». Un reciente estudio de programas globales, realizado por el Consulting Vivid Economics, ha concluido que «tan sólo una décima parte de las ayudas estimadas en 1,5 billones de euros en todo el mundo son realmente «beneficiosas para el medio ambiente», mientras que el doble de ellas tienen «un impacto negativo».

Fuente: CARLOS FRESNEDA / EL MUNDO,

Artículo de referencia: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2021/07/20/60f6e5f6fdddffd5608b4677.html,



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