El documento apunta que, detrás de estas cifras, algunas "barreras" que frenan la apuesta por los mecanismos de compensación son la realidad del "elevado precio" de la tonelada de CO2 y la falta de seguridad en las operaciones. Así, los datos del informe señalan que el 50% de las compensaciones en España se realizan mediante créditos CER y ERU y que el importe pagado por cada tonelada de CO2 compensada en el último año fue de 10,5 euros.
Además, el documento indica que la principal apuesta para la compensación son los proyectos relacionados con las energías renovables, que se realizan en países terceros sin límite para sus emisiones de gases de efecto invernadero.
De este modo, el estudio revela que la compensación de emisiones está "en continua expansión" en los últimos años y añade que, de acuerdo al informe "State of the Voluntary Carbon Markets 2011" de Ecosystem Marketplace y Bloomberg, en 2010 el volumen de transacciones en los mercados voluntarios alcanzó 131 millones de toneladas de CO2, valoradas en 424 millones de dólares. Este dato supone un crecimiento del 34% o respecto a los 98 millones intercambiados en 2009.
Respecto a España, el informe indica que la compensación de emisiones se está configurando como un instrumento más en materia de reducción de emisiones y revela que el grado de conocimiento sobre esta práctica es "muy elevado", según afirma el 80% de los participantes en el estudio, pese a que solo el 30% de los encuestados afirma haber compensado emisiones.
Concretamente, las iniciativas REED de deforestación evitada supusieron el 29%, seguidas por las de reducción de emisiones de metano en vertederos (16%) y las de energía eólica (11%). Asimismo, destacan las iniciativas de aforestación/reforestación (6%), de energía hidráulica (6%), de ODS (6%) y de gestión forestal eficiente (5%).
En términos generales, el informe concluye que la mayor parte de la compensación de emisiones realizada en España cumple con unos criterios de calidad suficiente. En cuanto a las compensaciones que no superarían el aprobado, destaca la alta presencia de proyectos forestales desarrollados en España.
En estos casos existe un potencial problema de "doble contabilidad" así como, en ocasiones, falta de certeza sobre la permanencia de carbono. A menudo, se detecta una falta de información, sobre todo, en lo referente al tipo de créditos utilizados. Por sectores, destaca especialmente la alta presencia del bancario, así como las empresas de la moda y de la aviación.
En cuanto al lugar donde se realiza el proyecto de compensación, destaca que "siempre es más conveniente" reducir en países no industrializados, porque no tiene límite a sus emisiones y, por tanto no hay riesgo de doble contabilidad. De este modo, el informe concluye que el 74% de las reducciones se realizan en países no industrializados.