El sector eléctrico emitió un total de 74,9 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) durante 2017, lo que supone un incremento del 17,83% respecto al año anterior, según datos de Red Eléctrica Española.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha reconocido este mismo martes 30 de enero en el Congreso que la sequía registrada en España a lo largo de 2017 "complicará la senda de decrecimiento" que, en materia de emisiones de gases invernadero, venía registrando el país en los últimos años.
Las fuentes renovables cubrieron el 33,3% de la producción eléctrica peninsular en 2017, frente al 40,8% del año anterior, registrando así su peor dato año en el último lustro, según el avance del informe del sistema eléctrico español de Red Eléctrica de España (REE).
Esta caída en la contribución de las renovables se debió principalmente al impacto de la sequía sobre la producción hidráulica, que registró una caída del 48,4% frente al año anterior. Además, estuvo acompañado de una menor generación eólica, que fue un 1,6% inferior respecto al año anterior. De este modo, según explica, se registró un aumento de las emisiones de CO2 derivadas de la generación eléctrica por esta menor aportación de las energías renovables.
La hidráulica solo cubrió el 7%
En concreto, la hidráulica solo cubrió el 7% de la demanda en este año, frente al 14,2% del ejercicio anterior, viéndose así sustituida por una mayor aportación del carbón, que representó el 17%, frente al 13,9% de 2016, y de los ciclos combinados, con un 13,9%, frente al 10,2% de hace un año.
En cuanto a las tecnologías que más han contribuido a cubrir la demanda, la nuclear se situó nuevamente en primer lugar, con una aportación del 21,5%, seguida de la eólica, con el 18,2%. Además, las importaciones de energía eléctrica cubrieron en 2017 cerca del 4% de la demanda peninsular, según los datos del operador de la red eléctrica.
Con datos estimados a cierre del año, la demanda de energía eléctrica peninsular en este ejercicio se sitúa en 253.082 gigavatios hora (GWh), con un crecimiento del 1,2% con respecto al año anterior. Corregidos los efectos de la laboralidad y la temperatura, la demanda aumentó un 1,7% respecto a 2016. De esta forma, la demanda peninsular mantuvo la tendencia de crecimiento iniciada en 2015 tras cuatro años consecutivos de descensos.