La contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) sigue siendo la más preocupante en la mayoría de estas estaciones, tanto en los niveles medios diarios y mensuales como en los registros puntuales o picos, de contaminación horaria.
En la red de la capital (24 estaciones), y a la espera de los datos de febrero, sólo las estaciones de El Pardo y Juan Carlos I están por debajo de los 40 microgramos / m3 de NO2 que exige la normativa legal para todo el año. El resto de estaciones superan de forma escandalosa este umbral obligatorio: Elíptica (84), Barrio Pilar (74) como más contaminadas.
Por otro lado, son ya 10 las estaciones con registros agudos de más de 200 ug/m3 de este contaminante. La normativa exige no sobrepasar en 18 horas este umbral, pero la estación del Barrio del Pilar lleva ya 31 superaciones horarias, la estación de la Plaza Elíptica con 16 le sigue en esta relación.
En la red de la Comunidad de Madrid (23 estaciones), los municipios más afectados por la contaminación por NO2 son las de Getafe, Coslada, Alcobendas y Colmenar Viejo, donde el tráfico de vehículos es más intenso.
Asimismo, son ya 9 las estaciones de la red autonómica con registros agudos horarios de más de 200 ug/m3. La estación de Getafe, con 20 superaciones horarias, está ya fuera de la legalidad. Coslada, con 13 superaciones, será la próxima que alcance este dudoso honor.
El dióxido de nitrógeno (NO2), con la llegada de los días de mayor intensidad solar, tendrá un doble efecto dañino sobre la salud de la población madrileña y el medio ambiente en general, al ser el agente precursor de la formación del ozono malo o troposférico, fuerte oxidante y elemento muy activo en la acción del cambio climático.
Ecologistas en Acción, considera inoperante la gestión de la calidad del aire de ambas administraciones que, continúan expresando de forma reiterada y mentirosa lo contrario de lo que sus propias redes automáticas ofrecen con los datos aludidos.
Ecologistas en Acción, en estos momentos de recortes generalizados, no entiende que medidas efectivas de ahorro, como sería entre otras, la limitación de velocidad a 90 km/hora en toda la región. Eso supondría elevar la calidad de vida de la población (menos contaminación, menos accidentes), y un ahorro considerable de combustible como se ha demostrado en las experiencias habidas en regiones europeas.