Según un nuevo informe del Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA), «Hacia un planeta sin contaminación», que sirve de base para que UNEA-3 defina los problemas y establezca nuevas rutas de acción, la degradación ambiental es responsable de la destrucción generalizada de ecosistemas clave.
«Nuestro objetivo colectivo debe ser un planeta libre de contaminación», dijo el ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica y Presidente de la Asamblea de 2017, Edgar Gutiérrez. «Solo a través de una acción colectiva más fuerte, comenzando en Nairobi esta semana, podemos limpiar el planeta y salvar innumerables vidas», agregó Gutiérrez.
La asamblea tiene sobre la mesa más de una docena de resoluciones, incluyendo nuevos enfoques para abordar la contaminación del aire, que está detrás de la mayor cantidad de muertes por razones ambientales: 6,5 millones cada año. Naciones Unidas denunció en un comunicado que más del 80 por ciento de las ciudades no cumplen con los estándares de salud de la ONU sobre calidad del aire.
La exposición al plomo en la pintura, que causa daño cerebral a 600.000 niños anualmente, y la contaminación del agua y del suelo son otras de las áreas clave. UNEA-3 alertó además de que los mares ya contienen 500 zonas muertas con muy poco oxígeno para mantener la vida marina, ya que más del 80% de las aguas residuales del mundo se liberan al medio ambiente sin tratamiento, envenenando los campos, lagos y ríos.
Además, este problema tiene un gran coste económico, ya que las pérdidas de bienestar debidas a la contaminación cuestan más de 4,6 billones de dólares anuales (3,8 billones de euros), lo que equivale al 6,2% de la producción económica mundial, según datos de un reciente informe de la Comisión Lancet.
«Dadas las desalentadoras estadísticas sobre cómo nos estamos envenenando a nosotros mismos y a nuestro planeta, es fundamental que la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente tome decisiones audaces», dijo el director ejecutivo de ONU Medio Ambiente, Erik Solheim.
Solheim señaló que todos los procesos globales vinculados al medio ambiente, como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París, se reducen a un mensaje simple: debemos cuidar a las personas y al planeta.
La declaración política a la que UNEA-3 pretende que los Estados Miembro se comprometan indica que las soluciones viables técnica y comercialmente pueden mejorar la eficiencia del agua y la energía entre un 60 y un 80% en sectores como la construcción, la agricultura, el transporte y otras áreas clave. Y se ahorrarían entre 2,9 y 3,7 billones de dólares (de 2,4 a 3,1 billones de euros) al año para 2030. Con más de 60% de la infraestructura urbana prevista para 2050 aún por construir, «las oportunidades para dar forma a un futuro mejor son simplemente asombrosas», subrayó la ONU.