La interrelación entre seis tipos de contaminantes en el ambiente y seis tipos de polen podrían implicar un aumento en la prevalencia de afecciones como conjuntivitis y rinitis alérgicas en distintas poblaciones de la Comunidad de Madrid. Así lo afirman investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
En las últimas décadas, la tendencia de las patologías alérgicas han incrementado significativamente. De hecho, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), más de ocho millones de personas en España sufren de enfermedades alérgicas debidas al polen, siendo las gramíneas la principal causa de estas patologías, seguidas de Olea, Cupressaceae y Platanus.
En la Comunidad de Madrid, zona de este estudio, el porcentaje de pacientes con rinoconjuntivitis sensibilizados a algún tipo de polen es el segundo valor más elevado de todas las regiones de España, después de Castilla-La Mancha.
En zonas urbanas
La tendencia al alza de la alergia es más evidente en las zonas urbanas y ya son varios los estudios que demuestran que existe una interacción entre los contaminantes atmosféricos y los granos de polen, lo que implica una potenciación de la alergenicidad de estos últimos.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid ha analizado seis tipos diferentes de polen y cómo afecta a su potencial para generar alergias su combinación con seis tipos diferentes de contaminantes atmosféricos en la Comunidad de Madrid.
En concreto, el trabajo ha analizado la posible influencia, en la Comunidad de Madrid (CAM), de las concentraciones de seis contaminantes atmosféricos (O3, partículas PM10 y PM2,5, NO2, CO y SO2), y de las concentraciones de polen de seis tipos de polen de árboles (Cupressaceae, Olea, Platanus, Pinus, Ulmus y Populus) sobre los episodios de atención de dos patologías, la rinitis y la conjuntivitis alérgica.
Concentración de contaminantes
Los resultados no dejan lugar a dudas: existe una interacción de la concentración de contaminantes atmosféricos en los granos de polen, lo que a su vez se interrelaciona con patologías alérgicas como la conjuntivitis y la rinitis alérgica en las zonas estudiadas de la Comunidad de Madrid.
“Todos los modelos realizados en el período de estudio para la rinitis alérgica indican una correlación entre las variables, y esto también es cierto para casi todos los modelos calculados para la conjuntivitis alérgica”, explica Esperanza Ayuga, investigadora de la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM y una de las autoras de este trabajo.
Así, la combinación de contaminantes y polen influye en la prevalencia de ambas patologías, de forma que en el caso de la rinitis alérgica todos los resultados de interrelación, y casi todos con la conjuntivitis alérgica, son estadísticamente significativos, en los 4 años de estudio.