La contaminación del aire en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca cada año siete millones de muertes prematuras. Solo en Europa se producen más de 400.000 al año por esta causa.
La muerte prematura es aquella que se produce cuando el fallecimiento de una persona ocurre por causas ajenas al envejecimiento natural, es decir, la muerte se produce antes de la edad promedio.
Esta mortalidad se debe a la exposición a un enemigo invisible, como el aire contaminado, que causa enfermedades cardiovasculares y respiratorias, incluso cáncer. El aire que habitualmente respiramos puede contener una mezcla de humo de motores diésel, metales tóxicos, nitratos, sulfatos…
¿Por qué la contaminación del aire nos mata?
La realidad es paradójica. Más de mil veces al día el ser humano respira de forma inconsciente para poder sobrevivir. Sin embargo, la mala calidad del aire nos está haciendo enfermar e incluso está provocando que, en ocasiones, el hecho de respirar desencadene la muerte. Cada vez que inhalamos, una mezcla de partículas tóxicas llega a nuestros pulmones y, desde allí, las más pequeñas pueden llegar a cualquier otro órgano, incluido nuestro cerebro.
Debemos preocuparnos de gases como el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (N02), el dióxido de azufre (SO2) y las partículas (PM). Son muchos los efectos a corto y a largo plazo que la contaminación del aire puede ejercer sobre la salud. Sin embargo, los efectos más graves se producen en las personas que ya están enfermas.
¿Dónde se produce este tipo de contaminación?
La mayoría de las fuentes de contaminación están más allá del control de las personas, por ello mejorar la calidad del aire requiere medidas por parte de las ciudades y países.
Promover actos sostenibles como priorizar el transporte urbano y acelerar la transición a fuentes de energías renovables permitirían reducir grandes fuentes de contaminación atmosférica. Por ello, es importante el papel responsable al que se someten las energéticas, como por ejemplo Iberdrola, que trabaja para impulsar puntos de recarga para vehículos eléctricos y su contribución a la sociedad es una clara apuesta por las energías renovables.
Minimizar los riesgos a los que nuestra salud está expuesta es algo que depende de todos como participantes de la sociedad. Combatir las causas de la contaminación del aire reducirá de forma crítica el riesgo de enfermar y padecer la muerte.
Cómo dijo la directora del Departamento de Salud Pública Y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, “la prueba será que el día que nos quitemos las mascarillas, al menos respiraremos aire limpio”.
Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO,
Artículo de referencia: https://www.stopcambioclimatico.es/2021/05/05/contaminacion-aire-matando/,