La contaminación del carbón afecta en mayor medida a las regiones del noroeste peninsular
El estudio realizado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) recoge además que el carbón ha provocado 459 hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cerebrales, 387 casos de bronquitis crónica en adultos y 10.500 episodios de asma en niños, la población más vulnerable. Estas cifras suben en Europa a 340.000 muertes prematuras en 2015 y la reducción de la esperanza de vida en seis meses.
Emisiones que superan los límites de las directivas europeas
Según el informe “Un oscuro panorama: los efectos en la salud de las centrales térmicas de carbón en España”, hoy en día casi la totalidad de los valores límites de emisión permitidos a una central térmica se sitúan por encima de lo dispuesto en la Directiva europea de Emisiones Industriales.
La directora del Instituto, Ana Barreira, ha informado de que el estudio se ha realizado para abordar la problemática del cambio climático y la transición energética hacia energías más limpias, como recoge el Acuerdo de París de 2015. "Las centrales térmicas contribuyen “significativamente a la emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera, lo cual tiene un impacto considerable en la salud humana y el medio ambiente”, ha explicado.
Ha añadido que el informe se ha hecho los datos del Registro español de Emisiones y Transferencia de Contaminantes, que detalla las valores de emisión de las centrales térmicas en España, pero con “cierto retraso y no siempre abiertos a la consulta del público sino hasta final de año”. Según Barreira, se han utilizado además simulaciones matemáticas sobre concentración de contaminantes con los que se ha hecho un análisis por provincia y región.
Las poblaciones de Asturias y Castilla y León, las más afectadas
La abogada ambiental del IIDMA, Carlota Ruiz-Bautista, ha manifestado que la zona noroccidental de la península -sobre todo Asturias y Castilla y León-, acumulan las mayores concentraciones de emisiones al estar ubicadas ahí el mayor número de centrales térmicas. Debido a este factor, la probabilidad de fallecimiento de una persona en Asturias es 6,1 veces más alta que las de un habitante de la Comunidad de Madrid. Mientras las personas que viven en Castilla y León -sobre todo de las provincias de León y Palencia-, corren un riesgo tres veces más alto en comparación con los habitantes de Extremadura, ha sostenido Ruiz-Bautista.
Pero otro factor que incide en la contaminación atmosférica, es que no conoce fronteras, de ahí que la dirección del viento incida en la calidad del aire que respiran en la provincia de Lugo llevado desde las térmicas ubicadas en La Coruña.
Los valores de las provincias aragonesas es “bastante similar”, sin embargo, el viento incide en la contaminación de las provincias de Zaragoza y Huesca debido a sopla en dirección noroeste/norte desde la de Teruel donde se encuentra el municipio de Andorra que cuenta con una central. Lo mismo sucede con la Comunidad Valenciana -sobre todo en la provincia de Castellón- donde las partículas llegan desde la región aragonesa por el viento que sopla en dirección sudeste durante la mayor parte del año.