Según los datos oficiales de la Red de la Comunidad de Madrid, la práctica totalidad de las 23 estaciones de su red registraron datos poco adecuados para la salud de las personas y el medio ambiente en general.
Ecologistas en Acción contrasta estos datos con la insistente, y reiterada, opinión de la Consejera de Medio Ambiente, Isabel Mariño, en el sentido de que la calidad del aire en la región es buena e incluso excelente. La organización ecologista considera que, una de dos, o la Consejera hace caso omiso de los datos de su propia red, o bien utiliza parámetros distintos a los de la Directiva que regula los niveles de ozono.
El martes las estaciones de Orusco, El Atazar, Algete,Guadalix, Villarejo de Salvanés y Collado Villalba superaron el Umbral de Protección a la Salud, según la Directiva europea.
A esta relación, hasta 19 estaciones, se añadirían las estaciones que superaron este mismo umbral, según la OMS.
De las 23 estaciones de la Red de la Comunidad de Madrid, solo quedaron 4 por debajo de estos niveles de contaminación por ozono "malo": Coslada, Fuenlabrada, Colmenar y Valdemoro, aunque estas estaciones pueden verse afectadas por esta contaminación según rolen las brisas del viento en la región.
El ozono malo se produce por la acción del sol sobre los gases precursores, principalmente el NO2 (dióxido de nitrógeno) que procede de la combustión de hidrocarburos, o sea de la actividad motorizada en la región madrileña. La paradoja es que esencialmente se manifiesta lejos de zonas de fuerte intensidad de tráfico.
Las horas de mayor concentración de ozono coinciden con las de mayor intensidad solar, horas centrales del día. Ante esta situación se impone evitar la actividad física intensa en esa fracción del día, pero la forma efectiva es ir a la raíz del problema, o sea la adopción de medidas para evitar la insostenible movilidad de la región.