La industria cementera invirtió entre 2005 y 2007 casi de 248 millones de euros, de los que el 66,5 por ciento, alrededor de 165 millones de euros, se destinaron a disminuir sus emisiones y efectos nocivos sobre el medio ambiente.
El director gerente de la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y el Medio Ambiente (Flacema), Manuel Parejo, indicó a Europa Press que la industria cementera ha sido siempre un sector pionero y en Andalucía "casi todas las cementeras tienen los deberes hechos".
Esto se demuestra en que los empresarios "hace ya años que comenzaron a optimizar recursos, mejorar infraestructuras y ser más eficientes energéticamente, antes de que muchas compañías comenzaran a hablar de cambio climático y de emisiones".
De este modo, las empresas del sector invierten en I+D con el objetivo de buscar nuevas materias primas, además de disminuir los clinker –materia prima fundamental para la obtención del cemento y parte más agresiva del proceso– y optimizar su uso.
Así, Parejo se planteó como principales valores de la industria la reducción de recursos naturales a través de la búsqueda de alternativas "ecológicas, económicas y seguras para gestionar el reciclaje de residuos". Así, también mencionó la reducción de emisiones que se está produciendo, "no sólo de dióxido de carbono sino también de otras sustancias como el metano".
Sustitución de combustibles por residuos
En cuanto a la utilización de residuos para la sustitución de materias primas y combustibles, Parejo subrayó que "aún queda un gran recorrido por hacer". Esta iniciativa supone "valorizar" los recursos, sustituyendo parte de las materias primas por residuos como restos de cobre o pirita, o parte de los combustibles tradicionales por harinas cárnicas o recursos fuera de uso.
En este sentido, explicó que en Andalucía, el once por ciento de los combustibles tradicionales son sustituidos en el sector cementero por residuos, una cifra que duplica la tasa española, marcada en el 5,4 por ciento, según los últimos datos disponibles de 2006.
Sin embargo, a pesar que Andalucía duplica la cifra nacional, "en otros países europeos, como Suiza o Francia, estas valorizaciones alcanzan e incluso superan el 80 por ciento. Hay mucho camino aún por recorrer, aunque hay iniciativa para avanzar en este aspecto, en el que aún existen trabas sociales y administrativas por superar", concluyó.
La entidad está desarrollando un ciclo de jornadas dirigido a grupos de interés como asociaciones de vecinos, corporaciones locales y regionales, distribuidores y contratistas relacionados con la industria cementera y organizaciones ecologistas. Estos encuentros cuentan con el objetivo principal de explicar de forma transparente el cambio climático y las posibilidades de actuación para reducir su impacto.