"Queríamos explorar un enfoque diferente a una de las mayores preocupaciones sociales, la contaminación urbana", explica Francisco José Jimenez Hornero. El profesor de la UCO es coordinador del proyecto de excelencia Análisis Multifractal de la contaminación Urbana producida por el tráfico rodado.
"Los análisis clásicos, como la estadística descriptiva, no son capaces de responder completamente a esta cuestión. En este sentido hay que diferenciar entre los barrios con calles angostas o las avenidas amplias y con mayor densidad de tráfico. Tras estudiar todas las opciones posibles, este grupo de investigadores optó por el análisis multifractal como el método más apropiado para completar los análisis existentes sobre contaminación", explica el profesor Jiménez Hornero.
En su método de estudio el grupo ha tenido en cuenta factores presentes en el ambiente urbano como el ozono y las variables meteorológicas, como la temperatura, humedad, dirección y velocidad del viento, y la radicación solar, que influyen directamente en su concentración. "Tanto agentes meteorológicos como químicos son estudiados en la producción de este gas que, en grandes cantidades, es nocivo para la salud", añade Jiménez Hornero. Otro objeto de interés en este proyecto es la distribución espacial y temporal de pequeñas partículas contaminantes suspendidas en el aire, conocidas como PM10, que son producto, una de cuyas fuentes esel tráfico rodado.
Los resultados que se obtengan en este proyecto pueden ser útiles a la hora de comprobar la calidad de datos generados por modelos de contaminación urbana. En estos modelos se establecen unos escenarios de expansión de la ciudad y crecimiento del número de automóviles y se predice la evolución espacial y temporal de la contaminación. El correspondiente análisis multifractal daría validez a los resultados si se confirma los contaminantes estudiados manifiestan determinadas características en diferentes escalas de análisis.
Morfología de la ciudad
Para elaborar este proyecto se ha tomado la ciudad de Córdoba como experiencia piloto, pero esta propuesta es aplicable a otros centros urbanos. "Nuestra idea es extrapolar los resultados obtenidos a otras ciudades, especialmente a las situadas en la costa. En este momento exploramos Huelva, que presenta dos nuevas variables, la cercanía del mar y una destacada industria química. Más adelante es probable que fijemos nuestra atención en alguna ciudad situada en la una zona montañosa de mayor altitud para poder comprobar las diferencias entre diferentes situaciones geográficas. Pero ahora mismo nuestro objetivo fundamental es Córdoba", continúa Jiménez Hornero.
La influencia de la morfología urbana en la contaminación está determinada por la naturaleza y el carácter multifractal de determinados barrios de Córdoba. "Desde un punto de vista histórico sabemos que el centro de la ciudad presenta una geometría muy irregular que condiciona la distribución de gases contaminantes. La situación es muy diferente en las zonas nuevas de la ciudad, desarrolladas a mediados del siglo XX, que tienen unas normas urbanísticas que rigen su crecimiento, con barrios más o menos regulares. Nuestro proyecto, en primer lugar, analiza esa naturaleza multifractal de la contaminación y en segundo lugar asocia los resultados del análisis a la forma en que la contaminación urbana está distribuida en esos barrios cordobeses", explica el profesor Jiménez Hornero.
El proyecto se encuentra en el ecuador de su desarrollo. "Todavía nos quedan 2 años de trabajo por delante durante los que continuaremos con los análisis de la contaminación ambiental e intentaremos adentrarnos en el tema de la contaminación acústica. Uniremos la morfología urbana con datos de ruido de la ciudad, relacionaremos parámetros de calles, anchura y tipo de elementos que las conforman, como los árboles que amortiguan los efectos del sonido", concluye el profesor Jiménez Hornero.