Científicos austriacos, chinos, noruegos, estadounidenses y británicos han recalculado las emisiones de dióxido de carbono provocadas por la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento en China desde 1950 hasta 2013.
“Nuestros resultados indican que las emisiones de CO2 de China han sido sobreestimadas sustancialmente durante los últimos años”, destaca Dabo Guan, especialista en cambio climático de la Universidad de East Anglia (Norflok, Inglaterra).
Hasta ahora, se consideraba que China era la responsable del casi el 75% del crecimiento entre 2010 y 2012 de las emisiones por estas dos actividades.
Pero según señalan los investigadores en el artículo publicado en la revista Nature, el cálculo de esta cantidad es poco preciso debido a las inexactitudes en los datos de consumo de energía y sobre los factores que influyen en las emisiones. Además, las contradicciones en la información aportada por las fuentes oficiales pueden provocar importantes variaciones en la cantidad anual estimada.
Para solucionar este problema, los expertos usaron datos independientes sobre la cantidad de combustible consumido y utilizaron nuevas medidas para calibrar el impacto de la quema de carbón. Especialmente importantes fueron las estimaciones sobre la calidad de este material, algo que no suele medir el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
“Aunque China es el mayor consumidor de carbón en el mundo, utiliza unos tipos de menor calidad, con menos temperatura y contenido de carbono que el que se quema en Estados Unidos y Europa”, explica Guan.
Con este método, los científicos estimaron que el consumo de energía en China entre 2000 y 2012 había sido un 10 % mayor de lo que decían las estadísticas oficiales del país. Sin embargo, los factores de emisión que provoca el carbón estaban, de media, un 40 % por debajo de los estándares recomendados por el IPCC.
Además, las emisiones provocadas por la producción de cemento eran inferiores en un 45 % respecto a las últimas estimaciones. De esta forma, los expertos calculan que las emisiones de China en 2013 –último año analizado– fueron sobreestimadas en 2,49 gigatoneladas de carbono.
Esto supone que la cantidad real es un 14 % inferior a las estimadas en la Base de Datos de Emisiones para la Investigación Atmosférica Global (EDGAR, por sus siglas en inglés). Estas medidas son las que sirven de base científica para las negociaciones mundiales sobre la política contra el cambio climático que tendrá lugar en París (Francia) a finales de año.
En total, las emisiones de CO2 de China entre el entre 2000 y 2012 fueron sobrestimadas en 2,9 gigatoneladas, concluye el estudio.
El objetivo del equipo es que su análisis sirva también como referencia a próximas investigaciones centradas en otros países que utilicen un enfoque similar.
“China es uno de los primeros países en realizar una investigación completa sobre la calidad de este combustible, pero es necesario un esfuerzo global para ayudar a que otros países consumidores, como India o Indonesia, conozcan mejor las características físicas del tipo de carbón que utilizan”, señala Guan.
“Evaluar los avances de los países en la reducción de las emisiones de CO2 implica mejorar la precisión de las estimaciones y reducir las incertidumbres en los cálculos”, asevera el científico.