La Comunidad de Madrid está trabajando para mejorar la movilidad, incrementar su eficiencia y reducir la contaminación atmosférica que provoca el sector del transporte.
Estas son algunas de las líneas de actuación que presenta el director general de Medio Ambiente, Mariano González Sáez, en el encuentro CONAMA Local, que bajo el título “Empleo, energía y clima” se está desarrollando en Málaga.
Este encuentro, organizado por la Fundación CONAMA, pretende ser un espacio de diálogo e interacción para la red de profesionales que trabajan desde las entidades locales en la consolidación de las políticas en materia de desarrollo sostenible.
La movilidad eficiente es una de las principales líneas de trabajo derivadas de la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático 2013-2020 de la Comunidad de Madrid. El transporte es el sector de actividad que más energía consume en nuestra región, un 50,8 por ciento de la energía final consumida, y es responsable del 81 por ciento de las emisiones de NOx(óxidos de nitrógeno).
Para conseguir una disminución de las emisiones contaminantes y una mejora de la calidad del aire, la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio trabaja en lograr una mayor eficiencia en la movilidad, buscando la optimización de desplazamientos y medios de transporte alternativos y la disminución de las emisiones procedentes del transporte rodado.
Para ello ha articulado 18 medidas para el aumento de la eficiencia en la movilidad y cuatro relacionadas con el transporte público. Entre estas actuaciones, destacan la puesta en marcha el Plan de Incentivos Autotaxi Madrid (PIAM) y las ayudas para la adquisición de vehículos comerciales ligeros eficientes (PIVCEM), así como los trabajos de estudio e implantación de una red de recarga rápida para vehículo eléctrico que cubra todo el territorio urbano de la región.
En relación con la estrategia de residuos, la Comunidad de Madrid trabaja ya en la definición de las nuevas líneas de actuación que en materia de prevención y gestión de residuos deberán desarrollarse a partir de 2016, y cuyos objetivos prioritarios se centran en orientar el comportamiento de los ciudadanos, comercios y empresas hacia la prevención de residuos, en el marco del desarrollo sostenible encaminado a preservar los recursos naturales, y en el aumento de las tasas de reutilización y reciclado con vistas a la minimización del vertido.