La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no ha descartado la posibilidad de restringir el tráfico rodado puntualmente en la capital si el año que viene comprueban que dicho perjuicio es "menor" que el producido por la "posible subida dióxido de nitrógeno" más allá de los límites autorizados por la norma europea.
"Si llegáramos a una situación en la que el perjuicio de restringir el tráfico fuera menor que la posible subida del dióxido de nitrógeno, sin duda lo haríamos", ha concluido.
El Defensor del Pueblo ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid la reducción del tráfico con el fin de limitar los episodios de alta concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) que se dan en la ciudad bajo ciertas condiciones meteorológicas.
Así consta en el informe correspondiente a 2012 hecho público el pasado miércoles por la defensora del Pueblo, Soledad Becerril. En el texto, se recoge que esta institución ha sugerido que "el Ayuntamiento de Madrid adopte, con carácter excepcional y provisional, durante estos episodios y a partir del momento en que prevé que va a alcanzarse el nivel de preaviso de concentración de NO2, las medidas de restricción de tráfico, velocidad y aparcamiento privado de vehículos a motor previstas para el umbral de alerta".
La regidora madrileña ha recordado que "el único problema" que tiene Madrid de contaminación del aire por encima de los niveles autorizados es de dióxido de nitrógeno, pero ha defendido que se ha "mejorado en este último año" porque ha habido "muchísimo menos tráfico" tanto como "consecuencia de la crisis", por el "buen" transporte público de la capital y su mayor uso y por las mejores condiciones climatológicas este año.