El Tribunal de Cuentas Europeo publicó un informe este miércoles donde alerta que, en los últimos 12 años, la Unión Europea (UE) no ha reducido las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los automóviles con motor de combustión interna. Además, la expansión de las ventas de vehículos eléctricos, los cuales son los únicos que verdaderamente reducen estas emisiones de CO2, no se están realizando a un ritmo suficientemente rápido.
El informe señala que hemos llegado esta situación a pesar de las normas, cada vez más estrictas, para los fabricantes de automóviles. Aunque los motores de gasolina y diésel actuales son más respetuosos con el medio ambiente, los automóviles nuevos también tienden a ser más grandes y potentes. Como resultado, las emisiones de CO2 continúan siendo elevadas.
Los automóviles más grandes y potentes no ayudan a reducir las emisiones de CO2
Según los datos emitidos por el Tribunal de Cuentas Europeo, las emisiones totales de los automóviles diésel no han variado, mientras que en los vehículos de gasolina se ha registrado una leve reducción del 4´6%. Durante este periodo, los automóviles han experimentado un aumento promedio del 10% en peso y un incremento del 25% en potencia.
Jindrich Dolezal, auditor jefe del Tribunal de Cuentas Europeo, alertó sobre por qué no han disminuido las emisiones de diésel y gasolina:
Los auditores encargados de realizar este informe también han informado sobre las emisiones de los vehículos híbridos:
Vehículos eléctricos
En 2018, según los auditores, los vehículos eléctricos constituían solo el 1% de las nuevas matriculaciones. En 2022, se revirtió esta situación, donde las nuevas matriculaciones constituyeron el 14%. Es decir, uno de cada siete vehículos nuevos. Estos automóviles son los únicos responsables del descenso observado en las emisiones medias de CO2 en carretera durante los últimos años.
Por esta razón, el verdadero recorte de las emisiones de CO2 de los automóviles proviene de la expansión de los coches eléctricos en la Unión Europea. Aunque esto evidencia que la verdadera descarbonización del parque automovilístico depende del vehículo eléctrico, la Unión Europea se enfrenta considerables desafíos para acelerar su adopción generalizada.
El primer impedimento radica en garantizar el acceso a las materias primas necesarias para la producción suficiente de baterías, seguido de una red de recarga insuficiente (el 70% de los puntos de carga se concentra en tres países: Alemania, Francia y Países Bajos). Además, es fundamental asegurar la asequibilidad de los vehículos eléctricos, ya que el hecho de que actualmente sean más costosos que los de combustión podría llevar a muchos usuarios a conservar sus antiguos y contaminantes automóviles por un período de tiempo más prolongado.
Jindrich Dolezal señaló que la UE se enfrenta a diversos retos, como las materias primas o la producción de baterías:
Fuentes: Redacción Ambientum, EFE VERDE