El informe correspondiente al ejercicio 2009 destaca que no se han superado los valores límite de protección a la salud en el territorio de Castila y León, también se ha registrado un progresivo descenso de las concentraciones de los principales contaminantes regulados, especialmente las partículas y los óxidos de nitrógeno. Para conseguir esta información se han utilizado 66 estaciones con 214 equipos, que han registrado más de un millón y medio de datos horarios.
Las partículas en suspensión y los óxidos de nitrógeno, dos contaminantes originados sobre todo por el transporte y por la actividad industrial, han registrado una reducción muy importante. Este descenso, ha podido ser debido a las actuaciones desarrolladas para disminuir las emisiones de estos contaminantes, tales como la renovación del parque automovilístico, así como las medidas adoptadas por las administraciones para controlar el tráfico y las emisiones industriales.
Ley 16/2002 de Prevención y control integrado de la contaminación
En este sentido, en 2009 se aprobó el Plan de actuación para la reducción de material particulado en la zona atmosférica de Miranda de Ebro, que incluye una serie de medidas para todos los sectores con el fin de impulsar el cumplimiento de los valores límite en esa zona.
El dióxido de azufre (SO2) es otro contaminante que también se ha visto muy influenciado por el especial funcionamiento del mercado eléctrico español en cuanto al empleo de las distintas alternativas de generación eléctrica actuales.
Durante el año 2009, las centrales térmicas convencionales de carbón han puesto en marcha los sistemas de desulfuración derivados del cumplimiento de las autorizaciones ambientales integradas otorgadas de acuerdo con la Ley 16/2002 de Prevención y control integrado de la contaminación.
Gracias a estos sistemas, los registros de valores de dióxido de azufre han estado muy por debajo de los límites legales establecidos en la Comunidad. Para el control ambiental de este contaminante, el pasado ejercicio se aprobó el Plan de actuación para la mejora de la calidad del aire en la zona atmosférica de la Robla, que contempla numerosas medidas de reducción de emisiones de SO2, alguna de ellas ya puestas en marcha en ejercicios anteriores.