No es la primera vez que el gobierno de Donald Trump anuncia o pone en práctica medidas que perjudican al medio ambiente de Estados Unidos pero si que es una de las decisiones que de forma más clara benefician a la industria del automóvil a costa de la salud del conjunto del planeta.
La edición en castellano de la web de la Administración de Protección del Medio Ambiente (EPA, por las siglas en inglés) de Estados Unidos publica el 4 de abril la decisión anunciada por el administrador de este organismo oficial de revisar las normativas que deberían entrar en vigor en los próximos años (dictadas por el gobierno de Barack Obama) sobre limitación para automóviles y furgonetas de las emisiones de gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono, CO2; causante del cambio climático).
Los nuevos índices permitidos no han sido todavía concretados pero evidentemente serán mucho más permisivos que los actuales. El administrador de la EPA, Scott Pruitt, detalla que “ha concluido el proceso de Evaluación a Mediados del Periodo correspondiente a las normas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para automóviles y camionetas modelos de los años 2022-2025, y anuncia también su determinación final de que, en vista de los datos recientes, las normas actuales no son adecuadas y deben modificarse”.
El administrador de la EPA también ha anunciado el inicio de “un proceso conjunto con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras para crear reglas mediante notificaciones y comentarios a fin de establecer las normas de emisiones de gases de efecto invernadero y las normas de Promedio Corporativo para la Economía de Combustible”.
“La determinación del gobierno de Obama estuvo errada”, ha afirmado Scott Pruitt. “La EPA en el gobierno de Obama cortó prematuramente el proceso de Evaluación a mediados del periodo con celeridad motivada políticamente, aplicó supuestos sobre las normas que no se atenían a la realidad, y estableció límites excesivamente altos”.
El anuncio del actual administrador de la EPA también detalla que se tomarán medidas para que estados como California no puedan poner limitaciones o exigencias diferentes a la del conjunto de Estados Unidos.
El anuncio de la EPA ha provocado diversas criticas en agentes sociales, científicos y grupos de defensa del medio ambiente. “Deberíamos buscar un transporte más limpio y sano en el futuro, pero la Administración de Donald Trump nos está metiendo en un callejón mortal”, ha indicado Fred Krupp, presidente del Fondo de Defensa Medioambiental.
Michael Brune, director de Sierra Club, ha afirmado que la medida anunciada por la EPA provocará daños en la calidad del aire y el clima, mientras beneficia a la industria del automóvil que sigue haciendo favores a personas como Scott Pruitt.