El proceso de urbanización y la gran dependencia con respecto a los medios de transporte contaminantes inciden sobre la calidad del aire. Si bien la imagen vista en algunas de las megalópolis asiáticas, de peatones con máscaras quirúrgicas, no es común en Europa, existen indicios preocupantes como las alertas por niebla que han despertado el interés de los ciudadanos por conocer hasta qué punto están expuestos a contaminantes y qué repercusiones conlleva para su salud. En este sentido, cabe preguntarse si los métodos de medición actuales bastan para informarse de manera adecuada.

Iniciado en noviembre de 2012, el proyecto EXPOSOMICS (Enhanced exposure assessment and omic profiling for high priority environmental exposures in Europe) surgió a raíz de la inexistencia de un método sistemático o normalizado con el que medir las consecuencias sanitarias de la exposición ambiental a contaminantes. Su tecnología, basada en distintas técnicas (ómicas), obtendrá principalmente datos de contaminantes atmosféricos y del agua relacionados con individuos concretos y entablará correspondencias con cambios bioquímicos y moleculares del organismo que provocan enfermedades agudas y crónicas. Su funcionamiento dependerá de sensores, teléfonos inteligentes, referencias geográficas y satélites para crear un sistema de Vigilancia de la exposición personal (PEM) que servirá además para calcular por medios científicos la morbilidad causada por factores ambientales.

Los métodos de medición de EXPOSOMICS se ensayarán, por un lado, en estudios experimentales a corto plazo y, por otro, en estudios longitudinales a largo plazo con cohortes epidemiológicas de adultos, niños y recién nacidos. Gracias a las dos PYME asociadas al proyecto, una especializada en sensores y smartphones y otra en integración de datos complejos, se espera que la labor realizada por la iniciativa resulte en el futuro beneficiosa para la salud de todos los europeos.

El profesor Paolo Vineis, investigador principal dedicado al campo de la epidemiología molecular en el Imperial College de Londres y coordinador de EXPOSOMICS, concedió recientemente una entrevista a la revista de resultados de research*eu. En ella explicó los progresos del proyecto hasta la fecha, los beneficios que se espera obtener y el rumbo futuro de su investigación.

¿Cuáles son los objetivos principales del proyecto?

El proyecto superará las limitaciones que presentan los métodos de evaluación de la exposición utilizados hoy en día en el ámbito de la epidemiología. EXPOSOMICS empleará dos métodos complementarios. En primer lugar, ejecutará labores de PEM con dispositivos diseñados para tal función con el fin de mejorar el cálculo de la exposición a contaminantes atmosféricos de cientos de voluntarios. En segundo lugar, aplicará tecnologías ómicas desarrolladas recientemente en paralelo a la PEM para obtener capacidades de detección temprana de cambios en las moléculas del organismo (ADN, ARN, proteínas, metabolitos, etc.).

¿Cuáles son los aspectos innovadores del proyecto y de la forma en la que mide la exposición a contaminantes?

Las principales novedades del proyecto son la utilización a gran escala de PEM (en centenares de individuos) y el empleo en estudios epidemiológicos de este tipo de mediciones destinadas a calcular mejor la exposición. A continuación pasaremos al empleo agnóstico de la ómica (sin una hipótesis de partida) para estudiar las consecuencias tempranas sobre la salud. Este último enfoque puede dar lugar a descubrimientos sorprendentes sobre las relaciones que existen entre el medio ambiente y la salud.

¿Qué les impulsó inicialmente a adentrarse en este ámbito de la investigación?

He trabajado en el ámbito de la salud medioambiental durante muchos años y las herramientas a nuestra disposición para medir la exposición y sus efectos tempranos no me satisfacían. Por otro lado, conocí a gente muy influyente como Chris Wild, Steve Rappaport y Martyn Smith, desarrolladores del concepto de exposoma, muy interesante en términos conceptuales pero que aún está falto de una prueba de principio sólida.

¿Cuáles fueron las principales dificultades encontradas y cómo se resolvieron?

Las principales dificultades estriban en la coordinación de tantos socios trabajando en campos muy distintos (evaluación de la exposición, laboratorio, epidemiología, etc.) y en la validación de los resultados del laboratorio, es decir, la obtención de mediciones fiables con un error técnico relativamente pequeño.

¿Qué etapas restan del proyecto?

Ya hemos obtenido los datos de exposición de varios centenares de sujetos. A continuación y tan pronto como nos sea posible, mediremos los factores ómicos pertinentes y efectuaremos análisis estadísticos para comprobar si los dos tipos de datos proporcionan información útil. Nos espera un trabajo muy interesante.

¿Cuáles cree que serán los beneficios de esta tecnología para los ciudadanos de la UE?

Nuestro objetivo es aclarar si los niveles de exposición ambiental aceptables vigentes hoy en día son realmente seguros. El año pasado publicamos dos artículos (en Lancet y Lancet Oncology) en los que se muestra que hay un exceso de muertes y de cáncer de pulmón a ciertos niveles de exposición de contaminantes atmosféricos inferiores a los estándares europeos en vigor. Confiamos que un método más sensible como el utilizado en EXPOSOMICS contribuya a aclarar esta cuestión.

Uno de los resultados que generará el proyecto es el empleo de smartphones para obtener datos sobre exposición. Cabe preguntarse cómo funcionará concretamente este sistema.

Los smartphones se utilizarán con tres fines: integrar los datos procedentes de distintos instrumentos de medición, localizar a los usuarios y hacer un seguimiento de sus desplazamientos, y medir el ejercicio físico con el acelerómetro.

¿Cuándo se comercializará la tecnología de EXPOSOMICS y la aplicación que permita acceder a los datos recabados?

Aún no lo sabemos con certeza. Los dispositivos de PEM todavía son demasiado grandes y pesados como para utilizarlos continuamente, pero una de las PYME asociadas trabaja en su mejora. La tecnología Bluetooth 4 servirá para crear sensores más pequeños y por tanto más fáciles de llevar.

Nuestro socio comercializará la aplicación tarde o temprano, pero aún nos encontramos lejos de ese punto. La versión actual de la aplicación se está validando en varios estudios (EXPOSOMICS, HELIX y CITISENSE) y, antes de sacarla al mercado, nuestro socio añadirá prestaciones como localización en interiores y vigilancia en línea y en tiempo real.



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