El 19 de septiembre saltó la sorpresa en la Reserva Marina de las islas Galápagos cuando Jimmy Patiño, un guía naturalista que se encontraba por la zona, se acercó al borde costero de la isla Isabela. En la Punta Vicente Roca les esperaba un pingüino de las Galápagos (Spheniscus mendiculus) que llamó su atención y la del resto de tripulantes de la barca turística en la que se desplazaban.
Pingüino blanco
El ejemplar de esta especie de pingüino, endémica del archipiélago ecuatoriano, presentaba un color blanco muy inusual, que bien se podría haber asociado al albinismo. Al acercarse y poder apreciarlo desde corta distancia, Patiño se percató de que los ojos de esta particular ave eran negros, lo cual descartó el albinismo como razón que explicase el pálido color del ejemplar.
Los técnicos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos confirmaron la versión inicial del guía, considerando que podría considerarse de un ejemplar con leucismo, una particularidad genética que determina el color de ciertos ejemplares condicionada por un gen recesivo.
A falta de análisis genéticos que confirmen el diagnóstico con total seguridad, los ejemplares con leucismo presentan un color blanco que podría asociarse al albinismo, pero los ojos de estos animales siguen manteniendo su coloración normal y sus plumas muestran una resistencia a la luz solar similar a la del resto de ejemplares de su especie.
Tal y como aseguran desde la Dirección del Parque Nacional Galápagos, no es el primer caso de ejemplares con particularidades genéticas tales como el leucismo o el albinismo documentado en la reserva. Tiburones, lagartijas, pinzones o langostas con estas características ya habían llamado la atención de los trabajadores en otras ocasiones, pero es la primera vez que se observa un pingüino con esta condición.
Galápagos, un edén de vida salvaje
La Reserva Marina fue fundada en 1998 y cuenta con una extensión de 133.000 kilómetros cuadrados. Es una de las diez reservas marinas más grandes del mundo y dentro de su ecosistema se han registrado más de 2.900 especies animales distintas, de las que el 25% son endémicas.
El archipiélago es Patrimonio Natural de la Humanidad desde el año 2001 y fue en la isla de la Isabela, la de mayor extensión, en la que se produjo el descubrimiento. Habitada por cerca de 2.200 personas, esta isla sirve como hogar para una amplia gama de especies, entre las que se pueden encontrar iguanas marinas, pingüinos de las Galápagos o tortugas gigantes.
En la última monitorización de los ejemplares de pingüinos de las Galápagos y cormoranes no voladores, realizada en septiembre de 2020, la reserva marina sumó unas cifras récord: se contabilizaron un total de 2.290 cormoranes y 1.940 pingüinos, los valores más altos desde 1977 y 2006 respectivamente.
«Un resultado importante durante este censo fue que el 86% de los individuos censados fueron adultos, tanto del cormorán no volador como del pingüino de Galápagos, siendo este resultado un dato positivo, pues significa que existe una población adulta y reproductiva” añadió Gustavo Jiménez-Uzcátegui, científico de la Fundación Charles Darwin. Las cifras muestran un gran éxito en la labor de conservación, a las que se les une ahora este pingüino blanco, uno de los ejemplares más especiales del parque nacional.
Fuente: David Miranda / National Geographic,
Artículo de referencia: https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/avistado-pinguino-leucismo-islas-galapagos_16123,