Debido a la escasez de alimento en las cuevas, estos peces carecen de visión porque la ceguera representa un ahorro importante de energía para ellos.
La ballena azul, la manta gigante o el tiburón ballena ocupan de las primeras posiciones en el ranking de las criaturas más grandes de nuestros mares y océanos. Pero, ¿quiénes son los más grandes en ambientes de agua dulce? La respuesta a esta pregunta pasa por los ríos, los lagos y otros ambientes acuáticos de agua dulce del sudeste asiático, donde se esconden rayas gigantes y otras especies de gran tamaño.
Sin embargo, en cuevas y ambientes subterráneos, debido a la escasez de alimentos, el tamaño de los peces suele ser menor. En el caso de la familia de los ambliópsidos (Amblyopsidae), comúnmente conocidos como peces de cueva, la mayoría no superan los 10 centímetros de longitud, si bien también hay algunas excepciones, tal y como constata un estudio publicado el pasado mes de noviembre en la revista especializada Cave and Karst Science.
En concreto, el trabajo revela que las cuevas de Megalaya, ubicadas en el noreste de la India, albergan unos peces de 30 centímetros de longitud que pesan diez veces lo que el resto de peces de cueva conocidos. Eso sí, como ocurre en otras especies, estos peces carecen de ojos, pues la ceguera les permite ahorrar energía.
Los peces de cueva, de los que existen unas 250 especies, viven, como su nombre indica, en cuevas o en ambientes subterráneos y se han adaptado totalmente a la vida en la oscuridad, por lo que además de ser ciegos carecen de cualquier tipo de pigmento en la piel.
Peces de cueva
Los ejemplares recientemente descubiertos fueron hallados el año pasado por un grupo de investigadores durante una expedición a la cueva de Cympe, que es la quinta más larga de todas las de la India. Los expertos habían colocado en la cueva, a más de 90 metros de la superficie, cámaras subterráneas para estudiar la biodiversidad del enclave.
El trabajo publicado el pasado mes de noviembre aúna información sobre cómo mantienen estos peces su tamaño corporal, de qué se alimentan y cómo se han adaptado a vivir sin luz. En este sentido, los investigadores apuntan que los peces se alimentan de la vegetación que arrastra la lluvia –que llega a inundar por completo la cueva durante la estación húmeda- y de los excrementos de los murciélagos que viven en la cueva.
Hace unos días el mismo grupo de expertos que el año pasado descubrió estos peces regresó a la cueva de Cympe para coger muestras de distintos ejemplares. Su objetivo es secuenciar su genoma, pues sólo conociendo su identidad biológica será posible asegurar que se trata de una nueva especie.
¿Relacionados con otra especie de agua dulce?
Por el momento los investigadores sostienen que estos peces están estrechamente relacionados con otra especie de agua dulce en peligro de extinción, el masheer (Tor putitora), que no vive en cuevas ni en aguas subterráneas, pero que también es bastante grande.
La única diferencia observable entre éste y los peces de cueva es el color, con lo que los investigadores sugieren que los antecesores de los peces subterráneos podrían ser peces de superficie que se habrían aislado hace tiempo bajo tierra y se han ido adaptando a vivir sin luz. Por ello, aseguran que una comprensión profunda de la pigmentación y de la visión de estos peces podría darles muchas pistas sobre su identidad.
El hallazgo pone de manifiesto que en ambientes totalmente remotos es posible hallar especies fascinantes. Sin embargo, en el caso de las cuevas de Megalaya, de las que se extrae piedra caliza que se usa para fabricar cemento, la comunidad científica debe luchar por protegerlas, pues muchas podrían desaparecer incluso antes de ser descubiertas.
Fuente: ELENA MARTÍNEZ BATALLA / LA VANGUARDIA,
Artículo de referencia: https://www.lavanguardia.com/natural/animaladas-videos/20200214/473496286511/descubren-100-metros-bajo-tierra-pez-cueva-mas-grande.html,