Los ciervos de EEUU y Canadá están muriendo. Al menos 22 estados y algunas regiones canadienses se ven afectadas por una enfermedad neurológica, la caquexia crónica, que transforma a los alces y venados en una especie de zombis.
La caquexia crónica provoca que los ciervos se muestren decaídos, con cabeza agachada, expresión facial en blanco, rechinar de dientes, pérdida de apetito, orejas caídas, y un caminar en patrones repetitivos. Finalmente, desarrollan pérdida de peso y mueren. Después de todo, esta hipótesis no es tan descabellada, puesto que científicos canadienses han demostrado que su transmisión sí es posible en primates.
Pese a que nunca se han reportado casos en humanos desde su descubrimiento en 1967, un equipo de investigadores canadienses han expresado su preocupación sobre la posibilidad de que la caquexia crónica, conocida como la enfermedad del ciervo zombi, pueda transmitirse a los humanos. Los científicos comprobaron que, de un grupo de cinco monos que fueron alimentos con carne de ciervo infectada, tres de ellos contrajeron la enfermedad.
Agentes infecciosos evolucionados
Los agentes infecciosos que causan la caquexia crónica, llamadas priones, no pasan fácilmente entre animales de diferente especie. Pero lo que sí es cierto es que estas proteínas pueden «evolucionar» para infectar a otras especies.
Un prion entra en un organismo sano a través de proteínas anómalas. Cuando esto sucede, modifica la forma del mismo tipo de proteína con la que entró en el nuevo organismo, modificándola y convirtiéndola también en un prion. Así, estaríamos hablando de una infección que podría propagarse en humanos de manera similar a como lo hizo la enfermedad de las vacas locas.
«Tenemos motivos para sospechar que la caquexia crónica podría transmitirse a los humanos», en palabras del director Centro de Investigación Prion de la Universidad Estatal de Colorado (CDC), Mark Zabel, para la plataforma Live Science. «La enfermedad aún puede estar evolucionando, y podría ser solo cuestión de tiempo antes de que un prion evolucione en un ciervo que sea capaz de infectar a un ser humano». Además, algunos estudios han demostrado incluso que los priones pueden incluso ser modificados artificialmente para dar lugar a los priones que causan la enfermedad.