Los datos que maneja Greenpeace son para echarse las manos a la cabeza: cada año llegan a los océanos ocho millones de toneladas de plástico, lo que supone el 80% de la contaminación marina a nivel mundial. Y las pajitas son protagonistas de tan bochornoso dato. Sólo en España se consumen más de 5.000 millones de pajitas de plástico al año, según cifras de esta organización. Un dato que supera los 1.000 millones al día en el mundo.
«Para 2050 los océanos tendrán más plástico que peces y aproximadamente el 99% de las aves marinas lo habrán ingerido en sus sistemas digestivos», advierten en Greenpeace. Con este panorama, hay quien ya se ha puesto manos a la obra para tratar de invertir la tendencia. La empresa Sorbos ha creado la primera pajita comestible y aromatizada del mercado, 100% biodegradable en ocho sabores distintos: limón, lima, fresa, jengibre, chocolate, manzana verde, canela y sabor neutro.
Tienen una composición 100% natural, no contienen alérgenos y garantizan la conservación de su rigidez tras sumergirlas en líquido (periodo no inferior a 25 minutos en bebidas a temperatura ambiente), además de ofrecer la posibilidad de personalizarlas. Se puede hacer con logotipos o bien con nombres o mensajes. Por pequeños gestos comienzan las grandes hazañas.
«Es para nosotros imprescindible colaborar con esta campaña que inste a los gobiernos, la industria, las comunidades y a las personas a unirse para reducir urgentemente la producción y el uso excesivo de plásticos desechables que contaminan nuestros océanos, dañan la vida marina y amenazan la salud humana», explica Víctor Manuel Sánchez, fundador de Sorbos.