El desperdicio alimentario es uno de los problemas más relevantes que debemos atajar, para mitigar el problema de abastecimiento mundial y gestión sostenible de nuestros recursos, siendo además unos de los problemas más complejos de resolver en nuestro tiempo pues conlleva profundas implicaciones tanto ambientales como sociales. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha destacado que aproximadamente un tercio de la producción alimentaria mundial se desperdicia. Este fenómeno no solo representa una pérdida significativa de recursos, sino que también contribuye de manera sustancial a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Con 3,3 gigatoneladas de CO2 emitidas, el desperdicio alimentario es responsable del 8% de las emisiones mundiales de GEI.
La empresa Phenix, especializada en soluciones para mitigar el desperdicio alimentario, y que ha logrado redistribuir más de 160.000 raciones de comida en España en lo que va de año, ha puesto de manifiesto cinco grandes desafíos relacionados con esta problemática:
- Extracción innecesaria de recursos
El desperdicio alimentario implica una extracción innecesaria de recursos naturales. La producción de alimentos que nunca llegarán a ser consumidos supone el uso excesivo de tierras cultivables, agua, fertilizantes, energía y otros insumos. Este mal uso de recursos está directamente relacionado con la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13, que busca tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos. La cadena de valor alimentaria, desde la producción hasta el consumo, debe ser optimizada para reducir esta extracción ineficiente y evitar la emisión innecesaria de CO2.
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Desafíos sociales con impacto medioambiental
El desperdicio alimentario no solo tiene implicaciones medioambientales, sino también sociales. Phenix trabaja en la redistribución de alimentos a través de asociaciones colaboradoras, conectando a aquellos con exceso de comida con quienes más la necesitan. En 2023, la empresa redistribuyó más de 300.000 comidas, evitando así la emisión de más de 306.704 kg de CO2 en España. Este esfuerzo contribuye a los ODS 1 (Fin de la pobreza) y 2 (Hambre cero), mostrando cómo la lucha contra el desperdicio alimentario puede simultáneamente aliviar el hambre y reducir la pobreza.
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Pérdida de biodiversidad
La agricultura intensiva y la expansión de terrenos agrícolas para la producción de alimentos que eventualmente se desperdician tienen un impacto devastador en la biodiversidad. La destrucción de hábitats naturales y la amenaza a la fauna y flora son consecuencias directas del desperdicio alimentario. La preservación de la biodiversidad es crucial para el mantenimiento de ecosistemas saludables y funcionales, lo que subraya la necesidad de estrategias más sostenibles en la producción y consumo de alimentos.
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Gestión ineficiente de la cadena de suministro
Una gestión ineficiente de la cadena de suministro alimentaria contribuye significativamente al desperdicio. Phenix colabora con grandes distribuidores y fabricantes de la industria alimentaria en España para mejorar la eficiencia operativa en tiendas y almacenes. Estas colaboraciones buscan optimizar la gestión de excedentes y minimizar el desperdicio. La implementación de herramientas tecnológicas y prácticas de gestión eficientes es esencial para controlar mejor la cadena de suministro y reducir las pérdidas alimentarias.
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Economía circular
El desperdicio alimentario es un obstáculo para la economía circular, un modelo que busca mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible, minimizando los residuos y valorándolos. La economía circular ofrece un marco para reducir el desperdicio alimentario, permitiendo que los recursos sean reutilizados y reciclados, en lugar de ser destinados a vertederos. Para las empresas del sector alimentario en España, reducir el desperdicio es una prioridad que no solo tiene beneficios económicos, sino también un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
En 2023, las acciones de Phenix han demostrado el potencial de las soluciones integrales para el desperdicio alimentario. La redistribución de más de 300.000 comidas y la prevención de la emisión de 306.704 kg de CO2 son solo algunos ejemplos del impacto positivo que se puede lograr. Jean-Baptiste Boubault, Country Manager de Phenix en España, ha enfatizado que «la sostenibilidad medioambiental y social es el eje vertebrador de nuestro modelo de negocio. En Phenix estamos firmemente comprometidos con la reducción del impacto medioambiental y social ocasionado por el desperdicio alimentario y creemos que es una responsabilidad compartida que requiere acción concertada en todos los niveles».
Conclusión
El desperdicio alimentario representa un desafío multifacético que requiere una respuesta coordinada y estratégica. Desde la optimización de recursos y la mejora de la cadena de suministro hasta la implementación de la economía circular, cada esfuerzo es crucial para mitigar los efectos negativos de este problema global. Phenix ejemplifica cómo las soluciones innovadoras y colaborativas pueden tener un impacto significativo en la reducción del desperdicio alimentario, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental y social.
