La industria de la madera produce el 2% de los residuos que se generan a nivel global, duplicándose dicho porcentaje en los países del primer mundo. Teniendo esto en cuenta, no es extraño que los investigadores busquen cada vez más alternativas sostenibles que apuesten por una explotación de dichos recursos tendente a una mayor circularidad en el uso de los mismos.
Sin embargo, para poder mejorar el sistema de explotación actual, primero es necesario cuantificar el grado de circularidad de la industria de la madera, o lo que es lo mismo, hasta qué punto el modelo de producción actual apuesta por prácticas sostenibles como el reciclaje o reutilización de los productos, alargar la vida de estos, o buscar procesos de fabricación más limpios.
Con el objetivo de obtener una visión fiable y realista de cómo funciona la industria de la madera en Europa, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han propuesto una nueva metodología para analizar la circularidad a nivel país, utilizando para ello un conjunto de indicadores, todos ellos obtenidos a través de fuentes oficiales.
Madera
“Los productos derivados de la madera, recurso renovable por excelencia, presentan un gran potencial, debido a su mejor encaje en políticas más amigables con el medio ambiente, constituyendo un elemento clave de la bioeconomía”, explica Luis Díaz Balteiro, del Grupo de Investigación “Economía y Sostenibilidad del Medio Natural” de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM y uno de los autores del trabajo.
“Este tipo de industria necesita incrementar la circularidad de sus procesos. Sin embargo, la medición y explicación de la circularidad en la industria de la madera, se ha visto obstaculizada, entre otras cosas, por la falta de herramientas analíticas adecuadas”, añade.
Para ello, los investigadores de la UPM propusieron una metodología multicriterio que aplicaron a la industria forestal de la Unión Europea. Así, partiendo de un amplio conjunto de indicadores de circularidad, se eligieron seis que posteriormente se integraron en un índice agregado. Se obtuvieron tres resultados distintos para este índice sintético, correspondiendo cada uno de ellos a un modelo multicriterio distinto.
“Nuestro análisis presenta, por un lado, la solución más eficiente, por otro lado, la solución más equilibrada y, finalmente, el tercer modelo nos proporcionaría la solución más alejada de los valores menos deseados de dichos indicadores de circularidad”, explica Carlos Romero, también de la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM y coautor del trabajo.
España, en la parte media de la lista
Pero, ¿cuáles son los países que presentan una industria maderera con más circularidad? Los resultados del trabajo son claros. Suecia es el país cuya industria forestal se comportó de manera más circular en el periodo analizado (2008-2018). Otros países con resultados relevantes serían Portugal, Estonia y Dinamarca. Por el contrario, los países con una industria menos circular serían los de Benelux y el Reino Unido, mientras que España se situaría en la parte media de dicho ranking.
“Las dos variables que más negativamente se han relacionado con la circularidad son el porcentaje de los productos de la madera sobre el total que exporta un país, y el índice de competitividad global. También han resultado significativas variables como el número de empresas de la industria de la madera en cada país, y el gasto en actividades de I+D. Estas dos últimas variables presentan signo positivo, por lo que valores más elevados de las mismas implicarían una mayor circularidad del país considerado”, comenta Silvestre García de Jalón, del Grupo de Investigación: “Economía Agraria y Gestión de los Recursos Naturales” de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la UPM.
Metodología novedosa
Para los investigadores, la relevancia de este trabajo radica en que presenta una metodología novedosa que, además, es posible extrapolar a otros sectores de actividad y utilizarse para el diseño de políticas más circulares en diferentes ámbitos de la economía.
“La importancia social comienza con el concepto analizado: la circularidad. En efecto, en este momento se está produciendo a nivel global una transición de un modelo económico tradicional a otro más circular que permite una mejor integración de aspectos ambientales en los modelos de producción. Esta investigación proporciona una herramienta analítica novedosa para medir la evolución de esta transición, lo que puede ser de gran utilidad en distintos ámbitos de actuación, como se ha comentado anteriormente”, concluyen los investigadores.
Fuente: UPM
Artículo de referencia: https://www.upm.es/?id=6cdcf84e01081810VgnVCM10000009c7648a____&prefmt=articulo&fmt=detail