Algo similar pasa en el club de campo Las Cañuelas, en el partido bonaerense de Cañuelas, donde Carlos Karamanian construyó una casa que pretende ser autosustentable. Cuenta con paneles solares que le permiten calentar agua y ahorrar hasta un 85% de consumo de gas, combinados con paneles fotovoltaicos que le proveen algo más del 60% de la energía eléctrica que utiliza su casa.
Son dos casos de una tendencia de generación de energías renovables que crece en el área metropolitana, a paso lento pero sin pausa.
El fenómeno, cuentan los especialistas, está arraigado en el interior, donde, en áreas rurales, los paneles solares aparecen junto a las antenas satelitales de televisión y de Internet.
La explicación es que hay mayores incentivos para el uso de este tipo de energía -Santa Fe es un ejemplo- y su regulación está más avanzada que en la ciudad y que en la provincia de Buenos Aires.
El avance de la tecnología, además, permitió bajar los costos de instalación de estos sistemas. Así es que, mientras en la década de los 80 el costo era de aproximadamente 30 dólares por cada vatio generado, ahora esa ecuación es de 0,37 centavo de dólar por cada vatio.
Proyectos institucionales, de empresas y de vecinos particulares empiezan a experimentar con la utilización de tecnologías renovables que sólo necesitan de la luz del sol para generar corriente eléctrica.
A pesar de que todavía no es económicamente rentable por la legislación en vigor, algunos vecinos se animan y han instalado equipos que proveen energía eléctrica en sus casas para la iluminación interna y externa, el funcionamiento de las heladeras y de las bombas de agua por si se corta la luz.
"Estoy feliz con el cambio. Yo elegí una fase de la casa que es la que necesito que siga funcionando si hay algún corte. Mientras tanto, cuando funciona todo bien, achiqué el costo cuatro veces", contó Karina López Vargas, que vive en una casa en Flores.
Según sus cálculos, ahorra por mes unos 1800 pesos en consumo. "Antes me llegaba una factura de 2500 pesos, ahora estoy pagando 600", detalló. Aunque todavía la ecuación económica con la inversión que tuvo que hacer no cierra, no se arrepiente: "Yo creo que todos tenemos que empezar con algo. Todavía resta que el Estado compense por la electricidad que yo genero y va a la red. Pero creo que tarde o temprano eso va a suceder".
López Vargas explicó que no sólo se debe tener en cuenta el costo de los paneles solares y de la instalación, sino que hay que adaptar los artefactos eléctricos y las luminarias de la casa. Todos deben ser eficientes y de bajo consumo.