A través de dicha certificación energética, además de cumplir con la normativa en este campo, también se favorece a la mejora de los registros energéticos del sector de la edificación, que presenta en Galicia un consumo de energía final próximo al 20%.
La certificación energética de los edificios permite conocer los consumos de energía que se estiman necesarios para satisfacer la demanda de un edificio en unas condiciones normales de funcionamiento y ocupación. La mejora en este apartado supone, además de una revalorización del incluso y de importantes ahorros económicos, la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
La certificación de eficiencia energética de un edificio permite verificar la calificación obtenida por el proyecto del edificio en esta materia, una vez terminado el edificio. Tras su comprobación, se procede a la expedición de un certificado de eficiencia energética que oscila entre la categoría A y la D.
En este contexto, compre destacar que el Inega subvenciona aquellas actuaciones energéticas en edificios de nueva construcción que permitan alcanzar al conjunto la calificación energética de clase A o B. La ayuda máxima para calificaciones de tipo La llega hasta los 50 euros por metro cuadrado en el caso de viviendas unifamiliares nuevas, y a los 30 euros por metro cuadrado para edificios. Por su parte, para las calificaciones de tipo B la subvención es de 30 euros por metro cuadrado en las viviendas unifamiliares, y de 20 en los edificios.
Asimismo, y con el objetivo de mejorar en la eficiencia energética en el sector de la edificación, el Inega está desarrollando, también, varios convenios de colaboración con distintas entidades y organizaciones. A través de ellos, se impulsan programas formativos en uno de los ejes vertebradores del modelo energético gallego, formando a los profesionales de la edificación en el fomento del ahorro y de la eficiencia energética.
Con el objetivo de seguir trabajando en este campo, conviene destacar también que el Inega es uno de los diez miembros nacionales que integran la Comisión Permanente de Certificación Energética de Edificios. Un grupo que, durante lo último año, trabajó en la aprobación de los documentos reconocidos CE2, CES y CERMA para la calificación energética de los edificios nuevos.