Actuar decididamente en el cambio de modelo energético
“No bastan los compromisos formales, las declaraciones y los discursos, es imprescindible que los municipios actúen ya con decisión en el cambio de nuestras ciudades, para hacerlas más sostenibles, más habitables, más equitativas, en definitiva, para recuperar la dimensión humana de la ciudad en su más amplio sentido”, con estas palabras resumía el vicepresidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, el debate “La ciudad como escenario del cambio de modelo energético” celebrado la semana pasada en Málaga con la asistencia de casi un centenar de personas entre las que se encontraban representantes de distintas entidades ciudadanas, movimientos sociales, empresas del sector y del mundo académico.
Ante la ausencia de políticas ambiciosas por parte de los gobiernos centrales, hubo acuerdo en que los municipios se constituyen como los principales elementos de arrastre para alcanzar la necesaria y oportuna transición energética y, por ello, desde la Fundación se reclama “voluntad política y una ciudadanía concienciada y participativa como elementos sine qua non para alcanzar escenarios urbanos deseables y posibles”.
Carlos Hernández Pezzi, Arquitecto Urbanista que en su momento formó parte del consistorio malagueño, tuvo una intervención muy crítica denunciando la inacción de los responsables municipales en la consecución de la sostenibilidad. “Todos -menos los políticos, al parecer- sabemos que tenemos un problema con este modelo energético y que las ciudades tienen un papel muy importante, pero se están equivocando con las prioridades” manifestó. Por su parte Mariano Sidrach de Cardona, Catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Málaga y director de un master de Energías Renovables, destacó que “en Málaga el consumo de energía de los ciudadanos es el doble en movilidad que en otros usos energéticos porque se utiliza muy poco el transporte público”.
Jaime Briales, Jefe de Servicio de Innovación, Energía y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Málaga y que fue director de la desaparecida Agencia de la Energía de Málaga, describió las iniciativas que se han llevado a cabo en la ciudad fundamentalmente en temas de movilidad pero reconoció que queda mucho por hacer y rectificar poniendo como ejemplo que “hemos importado modelos de construcción nórdicos muy intensivos en uso de la energía que no tienen nada que ver con las necesidades de nuestro entorno”.
Fernando Ferrando, vicepresidente de la Fundación Renovables, arrancó su intervención recordando que “las ciudades son, hoy en día, el mayor sumidero energético y el mayor foco de emisiones, situación de partida que exige el desarrollo de propuestas e iniciativas que conviertan a la ciudad en un entorno vital amigable y sostenible, tendente a la autosuficiencia energética como medidas de responsabilidad y progreso”. En este sentido, criticó la peatonalización del centro de Málaga puesto que “lo ha convertido en un parque temático en el que no se puede residir”.
El vicepresidente de la Fundación citó ejemplos de varias ciudades europeas que lideran la actuación en el ámbito de la sostenibilidad como Frankfurt con el ahorro como prioridad; Grenoble con la remunicipalización de contratos y activos energéticos; Barcelona con la reestructuración de barrios basada en el concepto de supermanzana y Copenhague con la implicación social como eje principal.
Hubo una coincidencia de todos los ponentes en señalar la movilidad y el diseño urbano como el ámbito fundamental de actuación y en este sentido Ferrando planteó los siguientes ejes: reducción de las necesidades de desplazamientos motorizados; peatonalización; fomento del uso seguro de la bicicleta; fomento del transporte público; electrificación del transporte: público y privado, propuestas recogidas en el documento “Ciudades con futuro. Necesidad y oportunidad de un sistema energético sostenible”.
El acto se inició con la presentación de los objetivos y propuestas de política energética de la Fundación Renovables a cargo de Sergio de Otto, patrono fundador, quién destacó como principio esencial “la consideración de la energía como derecho, como bien básico y no como el negocio de unas grandes corporaciones, que es como hasta ahora lo ha enfocado la regulación”.
Tras la descripción de los principales indicadores que revelan una situación muy negativa de la energía en nuestro país por dependencia, emisiones, desajustes del Sistema Eléctrico, pobreza energética, etcétera, y ante los que los últimos gobiernos han actuado en dirección contraria a los retos planteados con una ofensiva contra las energías renovables e ignorando las políticas de ahorro y eficiencia, salvaguardando exclusivamente los intereses de las grandes compañías, presentó las líneas generales del documento “La energía como vector de cambio para una nueva sociedad y una nueva economía” en el que se plantean más de trescientas medidas para avanzar hacia una economía más sostenible.
El acto concluyó con una llamada a la movilización ciudadana tanto en sus comportamientos con relación a la energía como en las exigencias a los responsables políticos para que avancen decididamente en el necesario y viable cambio de modelo energético.
