En este sentido, como alternativa a la iluminación convencional, Philips, compañía líder en alumbrado eficiente, ha desarrollado soluciones de última generación para el hogar, que permiten ahorrar hasta un 80% de energía, como es el caso de la bombilla LED MyAmbiance 12W.
Según encuesta realizada por Philips con 1.300 consumidores, un 65% de los consultados sustituirá las bombillas tradicionales por las de bajo consumo, un 21% las cambiará por LED, y un 14% por halógenos. Además, y según dicha encuesta, un 74% cambiaría su bombilla antigua para conseguir ahorro energético, y un 17% para reducir el impacto medioambiental.
Finalmente, y según estos resultados, un 45% se basará en la durabilidad del producto a la hora de realizar el cambio, un 32% considera el precio como factor determinante, y un 10% valora la marca. Para el 76% de los encuestados, lo que define una iluminación eficiente es que sea respetuosa con el medio ambiente y que fomente el ahorro.
Expertos y la propia UE afirman que existen diferentes ventajas contrastadas una vez que se sustituye el alumbrado convencional. El ahorro en el consumo eléctrico es una de ellas, lo que supone una economía en euros en la factura de la luz a corto plazo para el ciudadano. La iluminación eficiente utiliza entre un 50% y un 80% menos de energía que una bombilla incandescente para producir la misma cantidad de luz. Una bombilla de bajo consumo de 15W, por ejemplo, equivale a una bombilla incandescente que consume 60W.
"Un 95% de la energía que consume una bombilla incandescente de 100W se traduce en calor. Únicamente el 5% se convierte en luz. Esto hace que la incandescencia sea una tecnología altamente ineficiente y de ahí la retirada de las mismas. Las tecnologías de iluminación existentes en el mercado (halógenas ahorradoras, fluorescentes de bajo consumo y LED) se presentan como alternativas eficientes a las bombillas incandescentes, consiguiendo ahorros energéticos de hasta un 90%" explica Mar Gandolfo, responsable de Formación y Auditorias Energéticas de Philips Ibérica.
LED y fluorescentes de bajo consumo: alternativas eficientes
La tecnología LED y la fluorescencia de bajo consumo se presentan como soluciones alternativas a las bombillas incandescentes ya que consumen hasta un 90% menos que la tecnología anterior. Otra de las ventajas que aportan estas tecnologías es su mayor duración; las bombillas LED tienen una vida útil de hasta 25.000 horas y las fluorescentes de entre 7.000 y 12.000 horas. Esto supone multiplicar por 25 y por 7-12 respectivamente la durabilidad frente a las incandescentes (vida útil estimada en 1.000 horas). Otro dato importante es que las bombillas LED, son fáciles de reciclar, ya que no contienen metales, como por ejemplo mercurio.
El objetivo de la UE es que en 2020 se consiga un ahorro de electricidad equivalente al consumo anual de 11 millones de hogares y una reducción media del recibo de la luz de 25 euros al año con la aplicación de las nuevas normas de eficiencia energética.