El suministro de combustibles en Europa está atravesando un momento convulso, no solo por el aumento del precio del crudo sino también por la reducida capacidad que tiene el continente para convertirlo en combustibles (gasolina, diésel, queroseno, propano, butano…). En la última década en la UE han cerrado 24 refinerías, más del 10% de la capacidad de refino del continente, principalmente por el entorno de poca rentabilidad que ha existido en el sector en Europa, mientras que el consumo de gasolina, diésel y queroseno ha aumentado un 1,3%, cuentan fuentes del sector a El Periódico de la Energía.
Además, hoy se da el caso de que parte de la capacidad europea, en el norte y el este del continente, está condicionada por la falta de suministro de crudo y productos semiprocesados rusos que las refinerías convierten en combustibles.
Refino parado
En Alemania, por ejemplo, la posible parada de la refinería de Stade, conectada directamente a una tubería proveniente de Rusia, dejaría sin combustible a Berlín y a Hamburgo en poco tiempo. En Austria, un incidente vivido en junio en la refinería de Schwechat y una parada obligatoria de mantenimiento en la planta de Burghausen están obligando al país a consumir sus limitadas reservas estratégicas.
La consecuencia del shock de oferta y de que Europa no haya hecho los deberes en refino hace que los precios de referencia mundiales hayan aumentado significativamente. Estos precios son cotizaciones internacionales que se rigen por dinámicas globales que hoy están profundamente afectadas por el sumidero de combustible que es Europa y que han disparado el precio de los combustibles mucho más allá del incremento del coste de la materia prima, el crudo.
El diésel, que representa el 80% del consumo de combustibles en España, ha subido más del doble que el precio del crudo Brent desde la invasión de Ucrania y el 15 de junio alcanzó el precio más alto registrado en toda la historia. Los expertos prevén que la situación de tensión en el suministro de combustibles continúe durante todo 2022. Hay que tener en cuenta que el diésel y el queroseno son indispensables para una gran parte de la industria del transporte que no puede ser electrificada (aviación, transporte marítimo y transporte pesado por carretera).
Tal y como se puede comprobar en la gráfica, el diferencial de precios ha ido en aumento cuanto más se extiende en el tiempo la invasión de Rusia en Ucrania.
España, un caso de refino aparte
España es una excepción en Europa, ya que los operadores del sistema de refino (Repsol, Cepsa y BP) han invertido más de 7.000 millones de euros y han aumentado su capacidad un 16% desde 2009. Hoy, gracias a este compromiso inversor, España no solo tiene garantizada la seguridad de suministro para la población y la industria, sino que además está siendo capaz de ayudar a paliar el déficit de diésel de otros países europeos, principalmente Francia, mediante exportaciones, explican fuentes del sector.
Este sistema de refino español, que cuenta con algunas de las instalaciones más eficientes y modernas del continente, aporta seguridad de suministro, mejora la balanza comercial de España gracias a las exportaciones y proporciona ingresos al Estado. En 2020, el sector del refino recaudó 15.844 millones de euros en impuestos para el Estado o (un tercio en IVA y dos tercios en Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos) y exportó producto por valor de 10.874 millones de euros.
Producir combustibles localmente evita el coste de transporte y la incertidumbre actual de encontrar suministro para las importaciones que sí sufren otros países europeos. Si la actividad de refino cesase en España, los precios del combustible no bajarían, ya que la referencia internacional es la que rige los precios y, además, perjudicaría a la balanza comercial del país.
Empleo industrial
La inversión en el refino español, además, ha permitido mantener el empleo industrial directo, con mayor remuneración y un porcentaje mayor de contratos indefinidos que otros sectores, como el turismo. Además, a cada empleo directo se añaden 4 empleos indirectos e inducidos, por lo que la inversión en el sector beneficia y da empleo a 200.000 familias.
El sistema de refino español es también clave en la lucha contra el cambio climático y para ofrecer oportunidades que mejoren la economía del país. Está acometiendo grandes inversiones para aumentar la producción de combustibles renovables, tanto biocombustibles como combustibles sintéticos, con proyectos que, mediante el uso de materia prima orgánica reciclada, reducirán la dependencia de las importaciones de petróleo.
Estos proyectos de futuro representan grandes oportunidades para la España rural en la aplicación de biomasa y biogás para usos energéticos, convirtiendo el problema que actualmente suponen los residuos en materia prima para la producción de combustibles de origen no-fósil y renovables.
Márgenes bajos históricos
Esta actividad industrial se ha mantenido en un entorno de márgenes bajos o incluso negativos y sufrió pérdidas significativas en los últimos dos ejercicios. Ahora en este 2022 está yendo mejor el negocio para las petroleras, pero no hay que olvidar que hace tan sólo un año, el margen del refino daba pérdidas ya que era solo de 1,5 dólares por barril.
La actividad de la industria del petróleo está completamente sujeta a las condiciones de mercado, tanto cuando arrojan pérdidas que afectan a la rentabilidad y a la valoración de los activos, como cuando producen beneficios. Ahora están de enhorabuena, con el precio del crudo por los suelos en la pandemia, bien que se llenaba el depósito con alegría, y nadie se acordaba de las petroleras. Es lo que se llama mercado, a veces va peor, otras mejor. Ni más ni menos.
Artículo de referencia: https://elperiodicodelaenergia.com/por-que-aumentan-los-margenes-del-refino-en-espana/