El Plan, con el objetivo de "hacer compatible una industria energética limpia con la protección de valores paisajísticos y naturales", fija en 707 MW la potencia eólica instalable en Cantabria hasta el año 2020, frente a los 300 del Plenercan 2006-2011, y los 1.500 MW fijados en el nuevo Plan Energético aprobado por el anterior Gobierno regional.
Además, tal y como ha explicado el presidente Diego, con el nuevo Plan presentado hoy junto con el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Eduardo Arasti, se reducen a 246 el número de aerogeneradores a instalar, casi 100 aparatos menos, manteniendo la superficie de ocupación en 54 kilómetros pero aumentando la potencia máxima de los aerogeneradores de 1,5 a 5 MW.
Este Plan "coordinado y consistente con la planificación nacional" es, para el presidente Diego, "realista y diseñado para cumplirse" y proyecta una participación "creíble, razonable y proporcionada" de las distintas tecnologías de mix, con una importante presencia de las tecnologías renovables, que pasan de una potencia de 505 a 2.307 MW, lo que significa un incremento del 357%, y una participación en la potencia total del 61% de 2010 al 86% en 2020.
Se trata de un Plan que, según Diego "entrará en vigor en un plazo razonable" tras seguir los obligados trámites administrativos. De esta forma, se cumple la máxima expresada por el presidente de que es "un Plan para cumplirlo" y que sirva para implantar "una nueva cultura energética" en Cantabria, combinando el aumento de producción y las medidas de ahorro y eficiencia, con los mandamientos ambientales e industriales que "debemos y podemos perfectamente conciliar".
Es, para Ignacio Diego, "un gran Plan en lo energético, en lo ambiental y en lo económico", que ha sido elaborado aprovechando la tramitación del planteamiento del anterior Gobierno "buscando áreas de consenso y confluencia".
El Plan plantea, una "importante mejora" del nivel de autoabastecimiento, con la reducción del déficit de generación desde el nivel actual (el 63,2%) al 36,5%. De esta forma, en 2020 Cantabria "sólo tendrá que importar un tercio de la energía que consumiremos".
Asimismo, Diego ha afirmado que, con este Plan, se impulsan de forma decidida las medidas de ahorro y eficiencia energética; proporciona "el necesario marco de seguridad jurídica", y prevé un "nivel elevado de protección del medio ambiente" con la minimización del impacto en la producción y uso de energía.
El plan persigue, así, un objetivo energético, uno ambiental y otro industrial. El primero se cumple aumentando la producción sustancialmente para ganar autonomía energética y eficiencia. El segundo, mediante la consolidación e incremento de la "hegemonía absoluta de las energías renovables", ha afirmado el presidente, y, en tercer lugar, mediante el posicionamiento de "una potente industria cántabra vinculada a las energías renovables".
En este sentido, el Plan presentado hoy prevé que casi el 90% de la energía producida en Cantabria será de fuente renovable, lo que "nos situará a la cabeza del país en respeto al medio ambiente y sostenibilidad", apunta Diego. De esta forma, el mix de potencia instalable tiene un 61% de renovable y un 39% de no renovable, que se prevé que en 2020 sea de un 86% y un 14% respectivamente.
Este plan prevé una inversión privada cercana a los 3.200 millones de euros en los próximos 8 años, con un mix donde "la hidroeléctrica y la eólica terrestre tengan el principal protagonismo", pero donde se empiecen "a desarrollar con intensidad fuentes de futuro como la eólica offshore, la undimotriz y la biomasa".
"La generación con renovables pasará de menos de 1.000 Gw/h a más de 5.000, es decir, se quintuplica", asegura el presidente. Asimismo, de toda la renovable, un tercio será eólica en sus diferentes modalidades, solamente por detrás de la hidroeléctrica.