Reforma fiscal para una nueva planificación energética
La principal finalidad de este nuevo informe es conseguir que España cumpla con todos su compromisos climáticos fijados para el año 2030, en los cuales se quiere reducir un 26% todas las emisiones de los sectores no industriales respecto al año 2005, también se quiere alcanzar que un 27% de la energía final consumida sea renovable y por lo tanto conseguir un 30% de ahorro energético.
Pero los expertos, han afirmado que con tal de llegar a estos objetivos, es muy importante que la fiscalidad energética tenga una reforma en la cual se sustituyan los impuestos que existen hoy en día, por otros en los que se interioricen los costes ambientales.
Una de las formas de conseguirlo, es creando un impuesto para el CO₂ que no esté únicamente dirigido al sector industrial, sino que para todos los consumos energéticos finales. Lo mismo pasaría con otros elementos que son considerados como peligrosos contaminantes atmosféricos como por ejemplo los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno y las partículas. Otra de las propuestas es eliminar del recibo de la luz los sobrecostes incluidos en los peajes actuales y la suspensión del impuesto de la electricidad finalista y el de la generación eléctrica.
La energía solar, es el futuro
Sin ninguna duda, lo que se quiere conseguir es que en los próximos años la tecnología utilizada para crear energía sea la fotovoltaica, para ello la primera iniciativa que se debía tomar era acabar con el impuesto al sol, es decir que la reordenación fiscal y de los peajes beneficiará el autoconsumo, retirando el impuesto que se hacía pagar por utilizar placas solares y de esta forma la factura será inferior.
Además los impuestos ambientales aumentarán un 39% para el gasóleo y un 2% para la gasolina, cosa que va a conseguir que muchas personas españolas quieran utilizar placas solares en sus casas. Por lo que del 62% de la energía renovable que utilizaremos en el año 2030, se prevé que el 27% será energía fotovoltaica, es decir la más utilizada, seguida por la energía eólica con un 20%, la energía hidráulica con un 10%, la termosolar con un 1%, y un 4% de otras energías renovables.