El proyecto PV CROPS (“cosechas fotovoltaicas”) cuenta con la participación de 12 instituciones de 7 países distintos. Entre ellas, las empresas españolas Acciona Energía o Ingeteam. El presupuesto total es de casi 6 millones de €, de los que la Comisión Europea aporta más de 4 millones.
El objetivo de PV CROPS es doble. Por un lado, desarrollar los avances científico-tecnológicos que permitan la integración en masa de los sistemas fotovoltaicos en las redes eléctricas europeas (superando el 30% de la generación eléctrica de origen fotovoltaico). De otro, reducir el precio del kWh de origen fotovoltaico para que llegue a ser competitivo con las fuentes de energía convencional.
Para Luis Narvarte, profesor del Departamento de Ingeniería de Circuitos y Sistemas de laEUIT de Telecomunicación de la UPM y coordinador español del proyecto, estos objetivos “atienden a dos de los mayores problemas tecnológicos con los que se enfrenta la industria fotovoltaica”.
El primero, se centra en el hecho de que la fotovoltaica es una fuente de energía intermitente (por el paso de nubes y también por el ciclo día-noche), lo que no encaja bien con la estabilidad de la red eléctrica, cuyo operador persigue el equilibrio constante entre generación y demanda de consumo eléctrico.
“Mientras la proporción de sistemas fotovoltaicos en la red es pequeña, su intermitencia pasa inadvertida. Si esta proporción aumentara, podría poner en peligro la estabilidad y seguridad del sistema eléctrico. Por ello, el operador de la red la protege estableciendo un límite a la proporción de las energías renovables que hay en ella, y en particular, de la fotovoltaica”, explica Narvarte.
“El proyecto PVCROPS va a desarrollar métodos de predicción y mitigación de las intermitencias fotovoltaicas que permitan penetraciones tan altas como el 30%. Esto supondrá un gran impacto para los países del sur de Europa, como España, porque para alcanzar, por ejemplo, el 20% de potencia fotovoltaica en el sistema eléctrico europeo (como plantean los objetivos europeos para el 2020), se necesitan penetraciones más altas en los países más soleados del sur”, añade.
Un precio más asequible
El segundo problema es el del precio del kWh. Aunque el kWh fotovoltaico ya es competitivo para el consumidor si se compara con el precio de comercialización de la electricidad, no sucede lo mismo con el precio de generación.
A los precios actuales ya se puede producir electricidad fotovoltaica en el sur de España a aproximadamente 10 céntimos de euro, cuando el precio de comercialización ronda los 14 céntimos (sin contar con impuestos, alquiler de contador, etc.). Pero aún queda un camino que recorrer hasta lograr que sea competitivo con el kWh de generación, en el entorno del los 6 céntimos de euro. EL Proyecto PV CROPS propone desarrollos tecnológicos a nivel de sistema que permitan reducir el coste, tanto de la instalación de los sistemas, como de su operación y mantenimiento.