¿Cómo se puede emplear de forma adecuada la energía solar para tu casa?
Entre éstos, la energía solar térmica ó termosolar es una alternativa muy asequible y con una gran variedad de aplicaciones, entre las que se encuentra la climatización de piscinas, la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) y la calefacción, siendo éstas tres, aplicaciones plenamente probadas y contrastadas.
Hay otra aplicación, la refrigeración solar, que está mostrando buenas expectativas de desarrollo con resultados prácticos muy interesantes. En esta ocasión vamos a ocuparnos de las 2 primeras aplicaciones de la energía solar térmica que hemos citado:
Climatización de piscinas
Emplear captadores solares para calentar piscinas es una de las aplicaciones más interesantes de la energía solar térmica, tanto si se trata de instalaciones cubiertas como al aire libre. Estas últimas merecen especial atención, ya que existe un gran número de ellas y se consiguen resultados muy satisfactorios con sistemas poco complejos y cada vez más baratos.
Este equipamiento permite lograr una temperatura de confort y estable en una piscina al aire libre de una manera asequible económicamente. Se suelen emplear captadores de plástico, generalmente de polietileno o polipropileno, sin cubiertas ni aislantes, y con tratamiento frente a los efectos climatológicos, ya que este equipamiento suele estar a la intemperie, y a los agentes químicos utilizados para depurar el agua de la piscina.
Agua caliente sanitaria (ACS)
Después de la calefacción, la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) es el segundo uso que más energía consume en nuestras viviendas, estimándose en un 20% del consumo energético total de las mismas. La producción de agua caliente es la aplicación más extendida de cuantas ofrece la tecnología solar actualmente. Además, su uso no sólo se limita a las viviendas, también puede aplicarse en hoteles, superficies comerciales y oficinas.
Entre las razones que hacen que esta tecnología sea muy apropiada para este tipo de usos, cabe destacar los niveles de temperaturas que se precisan alcanzar, normalmente entorno a los 45°C, se adecúan perfectamente con los sistemas solares disponibles en el mercado.
Además, la demanda de ACS tiene lugar durante todo el año, por lo que la inversión en la instalación solar se rentabiliza de forma más rápida que en el caso de otras aplicaciones, como la calefacción o la refrigeración, que las requerimos menos días al año. Los actuales sistemas de energía solar térmica pueden cubrir entre el 50 y el 80% de la demanda anual de agua caliente sanitaria, pudiendo llegar al 100% en zonas con muchas horas de sol al año (como es el caso de nuestra vivienda).