Estas pruebas consisten en reevaluar la seguridad de los sistemas de protección de las instalaciones nucleares españolas, con el fin de evidenciar los márgenes de seguridad existentes e incorporar las mejoras adicionales para mitigar accidentes por encima de las bases de diseño.
El Pleno del CSN ha emitido una Instrucción Técnica Complementaria (ITC), de la que se adjunta una memoria explicativa, para que los titulares analicen las medidas existentes para hacer frente a una pérdida de funciones de seguridad en sus respectivas instalaciones y que identifiquen las mejoras que pueden ser adoptadas para la gestión de este tipo de accidentes, fuera de la base de diseño.
El proceso que deben seguir las centrales para llevar a cabo esta reevaluación es el siguiente: el 15 de agosto de este año deberán remitir al CSN un informe preliminar de los análisis en curso, junto con la documentación correspondiente asociada, y el 31 de octubre enviarán al Consejo los resultados de dichos análisis, con la documentación de soporte correspondiente.
Participación activa en foros internacionales
Los análisis de seguridad actualmente en vigor para las centrales nucleares españolas cubren ya una gran variedad de situaciones. El alcance técnico de las pruebas de resistencia se ha definido teniendo en cuenta escenarios que se han producido en Fukushima, y en los que coinciden varios sucesos iniciadores y fallos múltiples.
Los aspectos que contemplará la reevaluación (que se incluyen en el programa de las pruebas de resistencia) son los que se refieren a:
- Riesgos sísmicos: todas las plantas deberán justificar el margen sísmico de que disponen, por encima de su sismo base de diseño e identificar las acciones a adoptar en caso de que se superaran esos valores.
- Riesgos de inundaciones relativos a rotura de presas, grandes precipitaciones o avenidas de agua procedentes de los ríos o embalses cercanos a la instalación.
- Escenarios de pérdida de alimentación eléctrica y de pérdida de sumidero final de calor. Este apartado contempla tanto la pérdida total de la alimentación eléctrica como la combinación de los dos supuestos mencionados.
- Gestión de accidentes severos: Se evaluarán los medios de que dispone la central para hacer frente a situaciones extremas en las que se haya producido daño al núcleo del reactor; medidas disponibles para mantener las condiciones de refrigeración de las piscinas de almacenamiento de combustible gastado, y capacidades de prevención o mitigación de la pérdida de la integridad de la contención.
Para establecer el conjunto de análisis al que van a ser sometidas las instalaciones, el CSN ha participado activamente en todos los foros internacionales de reguladores de seguridad nuclear (OIEA, WENRA, ENSREG, INRA), donde se han debatido estas pruebas.
Además, el Grupo Europeo de Reguladores de Seguridad Nuclear (ENSREG por sus siglas en inglés), en el que están representados los 27 países europeos, tanto los que disponen de centrales nucleares como los que no, ha hecho público hoy el acuerdo, en el que establece que las pruebas incluyan las capacidades de cada emplazamiento para hacer frente a accidentes no contemplados en la base de diseño y que tengan consecuencias graves, cualquiera que sea su origen.
De esta forma, y como único organismo competente en España en materia de seguridad nuclear y protección radiológica y que rinde cuentas ante el Parlamento, el CSN avanza en la adopción de medidas de protección a partir de las lecciones aprendidas a raíz del accidente ocurrido en Japón.
Acuerdo a nivel europeo para desarrollar las pruebas de resistencia
El comisario de Energía de la Unión Europea, Günther Oettinger, ha destacado el acuerdo al que han llegado los 27 Estados miembros para adoptar unas pruebas de resistencia armonizadas en toda la Unión. Así, el comisario ha subrayado la importancia de que "la Comisión y los Estados miembros hayan acordado una evaluación ambiciosa e integral del riesgo y la seguridad en las centrales nucleares europeas".
Asimismo, el comisario ha asegurado que se llevarán a cabo con los estándares de seguridad más elevados. Gracias a este acuerdo adoptado en el seno de la Comisión Europea, los 148 reactores de los países miembros se someterán a estas pruebas con los criterios y los plazos acordados. Los stress-tests que este mismo mes iniciará el CSN, están en línea con los que realizarán el resto de países de la Unión Europea.
En este sentido, desde el 1 de junio, las centrales nucleares serán sometidas a una reevaluación que se llevará a cabo en tres fases:
Primera fase: Evaluación previa de los titulares de las centrales, que responderá a los criterios de las pruebas de resistencia, e implicará la remisión de documentos asociados y planes de actuaciones.
Segunda fase: Los organismos reguladores elaborarán informes de evaluación nacional a partir de los informes de cada instalación.
Tercera fase: Equipos de expertos de varios países revisarán los informes nacionales, pudiendo, en caso necesario, realizar inspecciones sobre el terreno.
Finalmente, la Comisión Europea ha anunciado también que mantiene contactos con países no pertenecientes a la Unión Europea (como, por ejemplo, Suiza, la Federación Rusa, Ucrania y Armenia) para colaborar en la reevaluación de la seguridad de sus respectivas instalaciones nucleares.
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