Actualmente, la sostenibilidad energética y la eficiencia se vuelve crucial para personas y empresas. Desde la liberalización del mercado de la electricidad en España, las tarifas que las comercializadoras ofrecen han aumentado dando multitud de opciones. Desde Novaluz, la primera comercializadora de luz pensada por y para medianas empresas, creemos que elegir una tarifa adecuada es esencial para optimizar los costes, ser eficientes energéticamente, contribuir a la sostenibilidad y tener un mayor control sobre los gastos de la empresa.
¿Precio fijo o precio indexado?
En este contexto, surge la duda entre elegir precio fijo o precio indexado, dos modelos que definen la forma en la que los consumidores acceden y pagan por la energía que necesitan.
El precio indexado, un término que cada vez se escucha con más frecuencia en el ámbito energético, ofrece una compra de energía dinámica, flexible y transparente, mientras que el precio fijo establece una tarifa estática durante un período determinado. Es decir, el precio indexado se ajusta según las fluctuaciones del mercado energético.
¿Cuáles son las ventajas de precio indexado?
Como se ha comentado, una de las principales ventajas del precio indexado radica en su adaptabilidad. Al depender de las variaciones reales del mercado, este modelo brinda a los consumidores la oportunidad de beneficiarse de las fluctuaciones favorables en los precios de la energía. Esta flexibilidad se traduce directamente en un potencial de ahorro significativo a lo largo del tiempo.
La transparencia es otro pilar fundamental, ya que los consumidores pueden rastrear y comprender fácilmente cómo se determina su tarifa, la cual está vinculada de manera directa y clara a los precios del mercado energético. Esta ventaja favorece a crear una relación de confianza entre la comercializadora y el cliente.
¿Qué beneficios tiene frente al precio fijo?
El precio fijo ofrece estabilidad a corto plazo al establecer una tarifa fija durante un período específico, es decir, elimina el riesgo de fluctuaciones en el mercado, pero a costa de la posibilidad de ahorrar. Por su parte, el precio indexado brinda la oportunidad de aprovechar las fluctuaciones del mercado pagando solo la electricidad que se consume obteniendo mayores ventajas económicas a largo plazo.
De esta forma, las empresas tienen una comprensión clara de cómo se establecen sus tarifas. Además, en este sentido, las tarifas de precio fijo pueden quedar desactualizadas si las condiciones del mercado cambian drásticamente, mientras que las tarifas indexadas se ajustan continuamente para reflejar las condiciones actuales. Es por ello que los consumidores de precio indexado tienen acceso a información constante sobre las tendencias del mercado energético, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre su consumo y estrategias energéticas.
¿Cuál se adapta mejor a mi negocio?
Para aquellas empresas que buscan previsibilidad y estabilidad en sus gastos energéticos, el precio fijo puede ser la elección más adecuada a costa de pagar un precio estable pero más elevado. Sin embargo, para los que están dispuestos a tratar de conseguir ahorro, el precio indexado emerge como una opción atractiva y viable.
A medida que se avanza hacia un futuro energético más sostenible y eficiente, la flexibilidad y la adaptabilidad se convierten en aspectos esenciales de cualquier estrategia energética. El precio indexado, con su capacidad para reflejar las realidades cambiantes del mercado, se posiciona como un instrumento poderoso en manos de consumidores conscientes y proactivos.
¿Cómo decidir la que mejor se adapte a mi negocio?
La elección entre ambas opciones depende de las necesidades y preferencias individuales de cada empresa o consumidor. Sin embargo, las ventajas del precio indexado permiten construir un camino hacia un futuro energético más eficiente y económico. En Novaluz, entendemos la importancia de brindar opciones que empoderen a nuestros clientes y les permitan tomar decisiones con la mayor información posible. Si no tienes claro qué tipo de tarifa se adapta mejor a tu negocio, ¡puedes ponerte en contacto con nuestros asesores!
Beneficios potenciales de ahorro a largo plazo
Aunque la decisión es difícil, ya que depende de las circunstancias concretas de cada persona o empresa y de factores como sus hábitos de consumo, capacidad de planificación, tolerancia al riesgo, etc., desde Novaluz lo tenemos claro: en el largo plazo, las tarifas variables siempre acaban suponiendo un ahorro para los consumidores. Aunque el precio fijo suele dar una sensación de seguridad, a la larga el precio indexado va a conllevar un precio medio menor que cualquier precio fijo, sobre todo en periodos entre los doce y los treinta y seis meses.
El precio indexado ofrece una serie de ventajas y beneficios que lo hacen una opción atractiva para muchos consumidores. Desde el potencial de ahorro y la transparencia hasta la flexibilidad y el fomento de la eficiencia energética, este modelo se presenta como una alternativa viable y competitiva frente al precio fijo. Para aquellos dispuestos a adoptar un enfoque más dinámico y adaptable a sus necesidades energéticas, el precio indexado puede ser la clave para desbloquear un futuro energético más eficiente y sostenible.