El debate nuclear en España parecía cerrado tras las declaraciones de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el pasado mes de julio.
El Gobierno confirmaba así la voluntad de cerrar el parque nuclear conforme las centrales cumpliesen los cuarenta años de vida de diseño. Después de varios meses de incertidumbre, el lunes 28 de enero se publicó un posible cambio de perspectiva del Gobierno sobre el futuro de la energía nuclear en España. De confirmase, establecería un calendario de cierre entre los años 2025 y 2036.
Los investigadores Gonzalo Jiménez Varas, associate profesor de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM); Carlos Vázquez-Rodríguez, estudiante de doctorado, de la UPM y Jorge Rafael González Teodor, doctorando en el departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de Extremadura han elaborado un informe analizando causas y consecuencias del cierre nuclear pero desde una perspectiva global, abordando el sector nuclear desde un contexto más amplio, el energético, pero también analizando el entorno político e internacional.
Análisis
Entre las conclusiones extraídas del análisis, se describe cómo desde los inicios de esta tecnología, el debate nuclear ha sido constante. Los movimientos antinucleares han basado su mensaje en los riesgos de un posible accidente y en los residuos generados.
En este sentido, la investigación recoge el fuerte impacto de este mensaje difundido a través de grandes medios de comunicación, aprovechando la alarma social generada por los graves accidentes ocurridos en Estados Unidos (Three Mile Island, Pensilvania 1979), URSS (Chernóbil, 1986) y Japón (Fukushima, 2011).
En el lado contrario, los defensores de la energía nuclear exponen las ventajas económicas, sus aportaciones a la seguridad de suministro y su papel como única tecnología capaz de generar electricidad libre de emisiones (CO2) sin depender de las condiciones climatológicas. Sin embargo, el informe refleja una cobertura mediática de sus beneficios mucho menor que la que se da a sus riesgos.
Contexto energético
Hasta que se avance lo suficiente en almacenamiento en energético, las renovables necesitarán una energía de respaldo procedente de centrales que puedan suministrar energía al sistema de forma constante, como las nucleares y las térmicas.
La mayor penetración de las renovables en el mix energético implica invertir para aumentar la fiabilidad de producción ante una mayor intermitencia en el sistema. La patronal ha cifrado este coste en 30.000 millones de euros para 2030.
Además, aunque los precios de la energía solar son competitivos en la actualidad, su instalación masiva a principios del siglo XXI, cuando la tecnología aún no era rentable, generó un déficit que el sistema ha asumido y seguirá asumiendo en los próximos años. Esta es una de las razones por las que el precio del kWh en España es el quinto más caro de Europa.
Incidentes y residuos nucleares
Tal y como explica el informe, las centrales nucleares en España sólo han sufrido un incidente importante (nivel 3 en la escala INES), según datos históricos del Consejo de Seguridad Nuclear.
Este incidente, acontecido en la CN de Vandellós I en 1989, no tuvo consecuencias en términos de emisiones radiactivas o víctimas mortales. Además, ha habido tres incidentes de nivel 2 desde 1990.
Las centrales nucleares cuentan con inversiones de unos 200 millones de euros para mantener la seguridad y llevan décadas demostrando su capacidad para operar de forma eficiente y segura.
Los residuos nucleares y su alta radiactividad durante miles de años son el principal problema de esta tecnología. Sobre todo por la dificultad burocrática que conlleva la construcción de almacenamientos temporales y definitivos para albergarlos, lo que ha producido grandes retrasos en su construcción en España.
I+D y contexto internacional
Mantener las centrales nucleares permitiría seguir invirtiendo en la investigación nuclear, que se utiliza en otros ámbitos como los aceleradores de partículas y la detección y la terapia contra el cáncer.
La industria nuclear invierte en investigación más de 71 millones anuales (lo que representa más del 1% gasto total de España). Por ello, el desmantelamiento de las centrales nucleares podría debilitar la investigación biomédica, según manifiestan los investigadores.
Varios países han apostado por la energía nuclear para aliviar su dependencia de los combustibles fósiles. China, Rusia, Finlandia, India, Corea y Francia tienen reactores en proyecto o en construcción. China y Rusia, además, lideran el desarrollo de los reactores de Generación IV.
Energía nuclear en el contexto político
Existe otro factor importante en el debate nuclear: los intereses políticos. En Italia, un referéndum realizado un año después del accidente de Chernóbil supuso el cierre de sus centrales nucleares en construcción.
Por otro lado, tres días después del accidente de Fukushima, el Gobierno alemán paralizó una ley aprobada seis meses antes en la que se elegía a la nuclear como energía de transición. Tres meses después del accidente, se estableció un calendario de cierre que finalizará en 2022. Hoy ambos países importan electricidad de generación nuclear.
El informe concluye que el debate sobre la opción nuclear debería ser llevado al Parlamento Europeo, donde se decida el futuro energético sin interferencias ideológicas.
Allí se debería acordar un plan de investigación, un parque nuclear y un futuro energético común, asumiendo un coste de la electricidad idéntico y compartiendo los riesgos potenciales (que no entienden de fronteras) entre todos los ciudadanos de la Unión.
Fuente: MARIA CASTAÑEDA CARVAJAL / EnergyNews,
Artículo de referencia: https://www.energynews.es/cierre-nuclear-perspectiva-global/,