En la actualidad, el carbón desempeña un papel principal como fuente de energía en la generación eléctrica, la fabricación de acero y la producción de cemento. Además, también representa la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas a la actividad humana.
El informe anual sobre el mercado del carbón de la Agencia Internacional de Energía (AIE) indica que, tras alcanzar un pico histórico en 2023, se prevé una disminución del 2´3% en la demanda mundial de carbón para 2026 en comparación con los niveles registrados en 2023. Este declive podría representar un punto de inflexión, ya que se anticipa una expansión significativa de la capacidad de las energías renovables, la cual se implementará en los próximos tres años hasta 2026.
¿Qué es el carbón y para qué se utiliza?
El carbón es una roca sedimentaria de origen orgánico compuesta principalmente de carbono, junto con cantidades variables de otros elementos como azufre, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno. Pero, ¿cómo se forma? A partir de la acumulación y descomposición de restos vegetales a lo largo de millones de años.
El carbón se utiliza principalmente como fuente de energía, donde sus aplicaciones más comunes son:
- Calefacción Residencial e Industrial: Aunque su uso para calefacción ha disminuido en algunas regiones, el carbón continúa siendo utilizado en determinados lugares tanto para calefacción residencial como industrial.
- Fabricación de Acero: El coque, un subproducto del carbón, desempeña un papel crucial en la fabricación de acero al actuar como agente reductor durante el proceso de extracción de hierro a partir de los minerales de hierro.
- Generación de Electricidad: El carbón se quema en centrales eléctricas para producir vapor, el cual impulsa turbinas conectadas a generadores que producen electricidad.
- Producción de Cemento: El carbón se utiliza como fuente de calor en la producción de cemento, donde contribuye al proceso de cocción de la materia prima.
Es importante destacar que, a medida que el mundo avanza hacia una transición energética cuyo enfoque es el uso de fuentes de energía más limpias, la utilización del carbón experimentó una reducción en varios lugares, donde se sustituyó parcialmente por fuentes de energías renovables y opciones más sostenibles.
China representa más de la mitad de la demanda mundial de esta fuente de energía no renovable
La demanda en las economías emergentes y en desarrollo sigue siendo muy fuerte, con un incremento del 8% en India y un 5% en China en 2023, impulsado por la creciente demanda de electricidad y la producción hidroeléctrica limitada.
China liderará la expansión global de capacidad renovable, representando más de la mitad de esta expansión, que hoy en día sigue siendo responsable de más del 50% de la demanda mundial de carbón. Previsiblemente, esto conllevará a una disminución en la demanda china de carbón para 2024, seguida de una estabilización hasta 2026.
Aunque se anticipa una baja en la demanda mundial de carbón, el informe de mercado prevé que el consumo global se mantenga por encima de los 8 mil millones de toneladas hasta 2026. En consecuencia, el futuro del carbón en China estará muy influenciado por el ritmo del despliegue de energías renovables, las condiciones climáticas y los cambios estructurales en la economía del país en los próximos años.
Keisuke Sadamori, director de Seguridad y Mercados Energéticos de la AIE, señala lo siguiente:
Fuentes: Redacción Ambientum, EnergyNews