El tradicional cambio horario de invierno se produjo el pasado fin de semana, cuando se retrasó el reloj una hora (a las 03:00 fueron las 02:00) para conseguir un ahorro energético que, según expertos consultados por Efeverde, “es muy discutible y si se produce, es mínimo”.
Para Irurzun, en el caso de que se produzca algún tipo de ahorro, “sería muy poco y realmente nos puede llevar a una falsa sensación de que simplemente cambiando la hora estamos ahorrando energía, cuando se trata de una cuestión bastante discutible”.
Cambiar de hora, indica, “podría tener sentido hace 40 ó 50 años, cuando la iluminación representaba un consumo importante de energía” pero hoy en día con la introducción de la tecnología LED, entre otras, “supone un uso bastante pequeño”.
Cambio horario
Sin embargo, asegura que la climatización, por ejemplo, de oficinas, hospitales o residencias “representa una parte mucho más importante” e insiste en que “es muy dudoso que exista un ahorro de energía” y, sin embargo, “cada cambio horario nos genera como mínimo estrés en nuestros patrones de sueño”.
La alternativa, a su juicio, pasa por “trabajar de forma más racional, quizás con más jornadas continuadas” porque “acudir al trabajo por la mañana y por la tarde con grandes parones a mediodía no sólo hace difícil la conciliación sino que también genera un mayor gasto energético en las oficinas”.
Ahorro de energía
En cuanto al ahorro de energía, este experto propone “evitar todos los derroches que generamos día tras día empezando por cosas tan evidentes como las calefacciones en las terrazas, las puertas de los comercios abiertas tanto en verano como en invierno o mejorar el aislamiento de edificios, entre muchas otras”.
Por su parte Laura Ramos, responsable de comunicación de Ecooo, que promueve y desarrolla proyectos a favor de un nuevo modelo energético sostenible, ha explicado a Efe que este cambio horario conlleva un ahorro energético que resulta “mínimo” y que “está estimado en torno al 0,34%, según un estudio presentado por Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)”.
“Las personas cuando salen a trabajar acuden a una empresa que está iluminada de forma artificial, lo que supone un ahorro casi inapreciable, y cuando regresan a casa ya no hay luz natural, por lo que han de consumir un mayor gasto de energía”, apunta.
Si se quiere ahorrar desde el punto de vista energético, afirma, “habría que buscar otras medidas” como, por ejemplo, “sustituir los sistemas de alumbrado de las ciudades”, pues “España es uno de los países más iluminados de toda Europa”, una situación que “no sólo provoca un mayor consumo de energía, sino que genera una mayor contaminación lumínica”.
Fuente: Rafael González / EFE VERDE,
Artículo de referencia: https://www.efeverde.com/noticias/ahorro-energetico-cambiar-hora-minimo/,