La directora técnica de Seguridad Nuclear, Isabel Mellado, informó ayerde que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha detectado partículas contaminadas en un camión de chatarra procedente de la central nuclear de Ascó I, que viajó a una chatarrería en Reus.
Lo dijo en rueda de prensa en el CSN tras reunirse la presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, otros representantes del organismo regulador, miembros de AMAC y los alcaldes de los municipios ubicados en la zona de la central.
Mellado explicó que “no es la chatarra el material contaminado, sino que hay partículas adicionales y material de tierra provenientes de la liberación de la contaminación que se produjo en el mismo incidente”, dijo en alusión al escape registrado en la central.
El director técnico de protección radiológica, Juan Carlos Lentijo, aclaró que el tipo de contaminación encontrada en el camión es “muy parecido al que está en las áreas exteriores de edificios de Ascó”, e insistió en que se trata de partículas mezcladas con arena o con tierra normal .
“A priori, si se confirma que lo que se supone, que ha salido un camión de Ascó en estas condiciones, es un error, qué duda cabe de que no tenía que haber salido”, dijo, y añadió que la empresa titular de la central “debe reforzar todos los controles de materiales que entran y salen de la instalación”.
Respecto a la propia fuga que motivó la reunión de hoy con los alcaldes de municipios cercanos a la central, Mellado enumeró las actuaciones previstas por el CSN, como el acta de inspección (documento con fuerza legal emitido por los inspectores), que debe remitir la empresa titular con sus comentarios y que deberá tener respuesta del organismo regulador.
Mellado subrayó que es un proceso largo. La empresa titular deberá enviar al consejo un informe en un plazo de treinta días desde que hizo la notificación inicial un informe detallado de los hechos con lo cual se constrastarán las informaciones.
Para mediados de mayo, la titular ha prometido a instancias del Consejo un Plan de Acción General para corregir deficiencias en la gestión y en la cultura de seguridad. “Es un plan serio, riguroso y ambicioso que será supervisado por el CSN hasta que estemos seguros de que realmente se han corregido las deficiencias identificadas”, explicó.
Risgo “irrelevante”
La presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, dejó claro que, con los datos disponibles, se puede “garantizar” que el riesgo radiológico para la población y el medio ambiente es “irrelevante” y que los controles radiológicos a trabajadores y personas que estuvieron en la central, realizados hasta ahora, “muestran ausencia de contaminación”.
Consideró “inexacto” que el incidente de Ascó I “lo descubriera una organización ecologista, debido a que ésta emitió una nota pocos minutos antes que el CSN”.
“La central ya había informado la mañana anterior a los representantes sindicales de Ascó en el Comité de Prevención de Riesgos Laborales”, dijo, y añadió que el 4 de abril ya hubo reuniones para analizar y evaluar datos con el fin de tomar las primeras decisiones operativas, como hace, a su juicio, un “organismo regulador responsable”.
Además, recordó su solicitud de comparecencia en el Congreso para explicar los detalles de la fuga en la central nuclear de Ascó I, y subrayó su satisfacción por el trabajo del Consejo respecto al cumplimiento sus funciones en materia de seguridad nuclear y protección radiológica, que se deben realizar con “autonomía, profesionalidad y transparencia”.
Martínez Ten también avanzó que el CSN prevé reunirse con las organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción la próxima semana, aunque falta concretar la fecha. Además, agradeció a los alcaldes del entorno de Ascó el reconocimiento que han hecho público “a la labor y el esfuerzo del CSN”.
La presidenta del organismo regulador aseguró que se elevó el nivel de la escala INES del “nivel uno al nivel dos, no por riesgo”, sino porque la empresa presenta “incumplimientos y deficiencias”. Por ello, el CSN va a “aplicar el cuadro sancionador”, señaló, precisando que se han multiplicado “por diez las multas que se aplica a las empresas”.
Protección radiológica
Desde el punto de vista de la protección radiológica, el director técnico de protección radiológica, Juan Carlos Lentijo, agregó que el suceso continúa en investigación, aunque algunas cosas ya se saben como precisión, como las deficiencias en el sistema relativo a esta materia.
Explicó que se ha requerido al titular un control directo de los trabajadores, autorizado y supervisado directamente por el CSN. Este control se está realizando sobre un colectivo que “puede estar en torno a las 1.500-1.600 personas”, según dijo. “Hasta ahora, este control se ha realizado a unas 950-1.000 personas y no ha revelado ningún indicio de contaminación interna”, añadió.
Sin embargo, el CSN ha planteado realizar un control complementario independiente de un colectivo seleccionado de esas 1.500 personas bajo el criterio de aquellos que pueden correr más riesgo. Este control lo llevará a cabo el CSN con el apoyo de Centro de Investigaciones Medio Ambiente y Desarrollo (CIMAD).
Por otro lado, defendió el programa de control de Medio Ambiente del CSN. “El programa continua con un programa muy estricto y detallado de búsqueda de partículas”, señaló. También mencionó que, fuera del emplazamiento, el CSN tiene el programa de vigilancia radiológica ambiental que desarrolla el titular y aprueba el Consejo. Así, aseguró que, hasta ahora, los datos del CSN hasta la fecha indican “ausencia de contaminación”.
El alcalde de Ascó, Rafael Vidal, explicó que esta ayer se volvió a entrevistar con el consejero delegado de Endesa, quien le ratificó que habrá “cambios” y que “pondrán todos los recursos necesarios para que ello sea efectivo”.
“Admiten sin matices toda su responsabilidad”, subrayó, añadiendo que esto crea “satisfacción” a los alcaldes de los municipios de la zona.